Tras una década en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), dependiente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el zoológico Joya Grande, cuyo dueño era el cartel de los Cachiros, ya no es parte de esa deshonrosa nómina.
La expulsión de Inversiones Turísticas Joya Grande S.A de C.V, de la lista de personas e instituciones a las que el Departamento del Tesoro había aplicado sanciones, se debió a gestiones de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi).
El abogado Marco Zelaya, quien tomó las riendas de la Oabi el 23 de febrero de 2024, explicó que enviaron una carta al Departamento del Tesoro, porque “enviábamos notas a países amigos y organizaciones benefactoras de este tipo de animales en cautiverio y no recibíamos ni siquiera respuesta”.
La primera comunicación oficial entre la Oabi y el Departamento del Tesoro se dio en septiembre de 2024, donde la oficina administradora le solicitaba formalmente la expulsión de esa nómina de la Ofac, exponiéndoles sus argumentaciones.
Sin embargo, el Departamento del Tesoro dijo: no. Pero en la contestación de rechazo, desde Estados Unidos le notificaron a la Oabi que tenían la oportunidad de presentar una apelación y justificación, exponiendo las razones por las cuales Joya Grande ya no debía de estar en la “lista negra”.
Zelaya reveló que “una vez que presentamos esa apelación, estuvimos a la espera, y el día 13 de enero de 2025 recibimos una nota del Departamento del Tesoro de Washington, en donde se nos informa que fue aceptada la reconsideración que nosotros presentamos y que a su vez nos sacaban de esta lista que narcóticos conocida como Foreign Narcotics Kingpin Designation Act (Kingpin Act)”, aseguró.
El escrito oficial del Departamento del Tesoro remitido a la Oabi, sobre la expulsión, fue enviado mediante la Embajada de Estados Unidos en Honduras.
Este detalla que “Con base en la información que actualmente se encuentra en posesión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Inversiones Turísticas Joya Grande S.A. de C.V.(Joya Grande) ya no cumple con los criterios de designación de conformidad con la sección 805 de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (Kingpin Act), 21 U.S.C. § 1904(b)”.
Continúa: “Esta carta le informa que, a partir de la fecha (13 de enero de 2025) de esta carta, Joya Grande ya no está designada como persona bloqueada. En consecuencia, todas las propiedades e intereses en propiedades que habían sido bloqueadas únicamente debido a la designación, están desbloqueadas, y Joya Grande puede participar en cualquier transacción lícita que involucre a personas estadounidenses”.

El aviso se publicará próximamente en el Registro Federal, en una publicación oficial del gobierno de Estados Unidos.
Marco Zelaya avizora que con la salida del zoológico Joya Grande de las sanciones del Departamento del Tesoro, vendrán cosas mejores para este espacio de recreación que ahora está en poder del Estado de Honduras.
“Enviamos dos solicitudes (de ayuda) a países amigos y ya recepcionamos dos notas. Una de la Unión Europea y otra de los Estados Unidos; ellos están a la espera de que podamos converger en una reunión previa para facilitarnos recursos y personal técnico especializado (con el fin de) hacer intercambio de animales y también mejorar su hábitat”, señaló.
El zoológico Joya Grande se encuentra en el municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés. Inicios de 2010, los hermanos, Javier y Devis Rivera Maradiaga, líderes del cartel de los Cachiros, abrieron el zoológico inspirado de alguna manera en la famosa hacienda Nápoles, del extinto capo de la droga, el colombiano Pablo Escobar.
En sus inicios laboraron en él hasta 65 empleados, en quienes se invertía por sus servicios alrededor de 43,000 dólares (1,075,000 lempiras).
En la actualidad, bajo la tutela de la Oabi solo laboran 18 personas y en total, entre el pago de salarios y la comida de los animales y la demás logística, se están invirtiendo mensualmente 750,000 lempiras.
Con el dinero que ingresa por el cobro de las entradas y el pago de otras atracciones dentro del zoológico, el funcionamiento de Joya Grande es autosostenible, manifestó su director.