En Joya Grande ahora hay animales más fuertes y saludables

San Pedro Sula, Honduras.

Después de 28 días desde el esperado reingreso al zoológico Joya Grande, ubicado entre las verdes montañas de Santa Cruz de Yojoa, en el departamento de Cortés, la vida ha vuelto a florecer en este refugio animal.

Con unas 500 especies que habitan en sus instalaciones, en cada rincón del zoológico se respira la energía renovada de sus residentes, gracias a un suministro constante de alimentos frescos y nutritivos, espacios limpios y un equipo veterinario listo para brindar asistencia.

Recientemente, LA PRENSA Premium llevó a cabo un recorrido sorpresa en el zoológico, donde se observó un equipo multidisciplinario trabajando desde el mantenimiento de áreas verdes y espacios comunes, hasta el cuidado meticuloso de las jaulas, cada trabajador contribuye a crear un ambiente seguro y acogedor para los animales, asegurando que su hogar sea tan vibrante como ellos.

Bajo una nueva administración, se hizo un esfuerzo concertado para devolver el zoológico a su estado original y revitalizar las instalaciones. Se incrementó el personal para atender de manera directa a los animales, mejorando la limpieza de sus hábitats y asegurando un suministro adecuado de alimentos.

Durante el día, el personal se turna para mantener limpios los espacios donde están, activando una jaula externa para garantizar su seguridad. Desde el exterior se lanzan a diario grandes porciones de comida, como pollo, para alimentar a los animales.

Cada jaula está diseñada para crear un ambiente acogedor y adaptado a las necesidades de los animales, aunque algunas aún requieren reparaciones.

A pesar de que hay ejemplares de la misma especie, varios de ellos se mantienen separados, esta medida se toma para proteger a los núcleos familiares y evitar malformaciones en las crías tras el parto, asegurando así un entorno saludable y equilibrado para todos los habitantes del zoológico.

En las jaulas del zoológico, los animales están organizados en secciones que destacan su diversidad. Aquí se encuentran alpacas, ñu azul y leones como Kenia y Cata, junto a Lola y Esperanza.

También habitan tigres como Rambo y Natacha, un impresionante tigre de bengala, aves faisán dorado, pizotes, zorros, guacamayas, cocodrilo, venado cola blanca, tigrillos y monos babuinos.

No faltan los majestuosos leopardos y jaguares, así como hipopótamos, cebras y hasta camellos, entre muchos otros. Cada especie aporta su encanto y vitalidad a este fascinante ecosistema, haciendo de Joya Grande un lugar lleno de vida y color.

El recinto que albergaba a Big Boy, el único macho de su especie en el zoológico Joya Grande, sigue cerrado desde su muerte el 27 de enero de 2023.

Los encargados del zoológico manifestaron que están evaluando la posibilidad de traer una nueva jirafa en un futuro cercano, reconociendo el gran atractivo que estos majestuosos animales representan para los visitantes.

La comercialización de animales silvestres está prohibida en la mayoría de los países, incluyendo Honduras, donde la ley busca proteger la fauna nativa y exótica de la captura, tráfico y venta ilegal.

Los nuevos animales que llegan al zoológico provienen, en su mayoría, de intercambios con otras instituciones internacionales o como resultado de decomisos realizados por las autoridades, asegurando así que se respeten las leyes de conservación y bienestar animal.

A lo largo de los años, el zoológico se ha convertido en un destino popular para familias y escuelas, que acuden para conocer de cerca animales que, de otro modo, solo se miran en documentales o en países lejanos.

Gustavo Ventura, quien llegó con su esposa y dos hijos desde El Progreso, Yoro, manifestó que su visita fue una experiencia nueva como familia. Durante la entrevista, comentó que llegaron al zoológico aprovechando la reciente celebración del Día del Niño y en el marco de cumpleaños de sus pequeños.

“Los miro más gorditos (animales), mejor que antes, el camino está bonito y es un lugar agradable para alejarnos de la rutina”, expresó el visitante.

Yasmina Mejía, docente de un centro educativo en Ceguaca, Santa Bárbara, y Virginia Peña, estudiante universitaria, coincidieron que Joya Grande luce mucho mejor hoy en día, con animales recuperados tras la decadencia que había sufrido.

Ambas turistas invitaron a la población a visitar Joya Grande en familia durante esta Semana Morazánica, disfrutar de sus hermosos animales y contribuir con su apoyo económico a través del ingreso al zoológico.

Alfredo Fajardo, representante de la administración de Joya Grande, compartió que desde el 2 de agosto asumieron la responsabilidad de revitalizar el zoológico, que había enfrentado serias crisis.

El funcionario indicó que gracias a un esfuerzo coordinado y decidido lograron resucitar este espacio de vida silvestre en un tiempo récord, devolviendo su esplendor y asegurando el bienestar de los animales que lo habitan.

Hasta ahora, las cabañas móviles y familiares que están instaladas, así como los restaurantes, el pequeño museo que guarda importantes restos y piezas de animales, así como el canopy, siguen inactivos.

Muchos turistas que llegan a este tipo de lugares optan por pasar un día completo en el parque, mientras que otros, especialmente aquellos provenientes de lugares lejanos, buscan en cabañas prolongar su estadía y disfrutar de un contacto más profundo con la naturaleza. Este es un dinero que oxigenaría las finanzas de Joya Grande, pero aún no están habilitados para el público.

Actividades de cabalgata y paseo en tren están disponibles para visitantes. Algunas piscinas pueden ser usadas, otras están en mantenimiento. Las actividades de cabalgata y paseo en tren están disponibles para los visitantes, y algunas piscinas pueden ser utilizadas, aunque otras se encuentran en mantenimiento.

Este zoológico fue fundado originalmente como un refugio privado de animales exóticos y fue abierto al público en 2011, ofreciendo una experiencia única en el país.

El zoológico fue creado con el objetivo de ofrecer un espacio de conservación para especies que necesitaban un hábitat seguro y bien cuidado.

El zoológico fue creado con el objetivo de ofrecer un espacio de conservación para especies que necesitaban un hábitat seguro y bien cuidado. Además de ser un atractivo turístico, Joya Grande buscaba promover la educación ambiental y sensibilizar al público sobre la importancia de la protección de la fauna.

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A pesar de su noble misión, Joya Grande ha enfrentado una serie de crisis que han puesto en riesgo su continuidad. Uno de los momentos más difíciles ocurrió cuando se reveló que el zoológico estaba vinculado a un cártel de narcotráfico, lo que llevó a las autoridades a confiscar la propiedad en 2013.

Este golpe trajo consigo un período de incertidumbre y abandono, afectando no solo a la administración del lugar, sino, lo más importante, al bienestar de los animales.

Tras la incautación, la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) asumió el control como parte de su mandato de administrar los bienes decomisados a organizaciones criminales. La transición a la gestión pública no fue fácil, ya que el zoológico enfrentó múltiples crisis.

Durante el tiempo que el zoológico ha estado bajo la supervisión de las autoridades, los recursos para mantener adecuadamente a los animales han sido insuficientes.

Las jaulas y áreas comunes empezaron a deteriorarse, y la falta de alimentos y atención veterinaria agravó la situación. La vida silvestre comenzó a sufrir las consecuencias, lo que generó una alarma entre los defensores de los derechos de los animales.

Las instalaciones no recibieron el mantenimiento adecuado, la alimentación y el cuidado de los animales se vieron gravemente afectados. Algunas especies quedaron desnutridas y se reportaron problemas de salud debido a la falta de atención veterinaria regular.

El futuro de Joya Grande depende del compromiso continuo de la administración y el apoyo del público. Aunque se ha logrado avanzar en la rehabilitación de las instalaciones y el cuidado de los animales, todavía queda mucho por hacer.

A largo plazo, la misión de Joya Grande sigue siendo la de proporcionar un refugio seguro para la vida silvestre, educar al público sobre la conservación de la naturaleza y crear conciencia sobre la importancia de preservar las especies en peligro; sin embargo, las cicatrices de las crisis pasadas aún son visibles.