Los nuevos fiscales interinos del Ministerio Público (MP), Johel Zelaya y Mario Morazán, apenas asumieron el cargo el miércoles y ya se produjeron las primeras destituciones y rotaciones en el ente contralor.
Una de sus primeras medidas, hasta ahora más significativas, fue la destitución de la señora Dara Anchecta, quien ocupaba el cargo de jefa de personal del MP y que fue una persona de confianza del exfiscal Óscar Fernando Chinchilla.
El reemplazo de la jefa de personal, un puesto clave en el MP, plantea interrogantes sobre el enfoque y la dirección que los fiscales interinos desean imprimir a la institución, que enfrenta una severa crisis interna.
Rotaciones en el Ministerio Público
Además de la destitución de Anchecta, los fiscales interinos llevaron a cabo una serie de rotaciones en diversas Fiscalías, lo que ha generado incertidumbre y expectativas en torno a las futuras decisiones que puedan tomar.
El nombramiento de Zelaya y Morazán como fiscales interinos ha sido seguido de cerca por la comunidad internacional y la sociedad en general, ya que fueron elegidos por apenas nueve diputados que conforman la cuestionada Comisión Permanente, encabezada por Luis Redondo y Carlos Zelaya.
Alrededor de la designación de Zelaya y Morazán se interpusieron una serie de recursos de amparo y de constitucionalidad ante la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, su nombramiento carece de legalidad y legitimidad.
