En una sesión parlamentaria que se prolongó hasta la madrugada del miércoles, justo cuando el reloj marcaba la medianoche y el martes daba paso al nuevo día, comenzó abruptamente la aprobación del Presupuesto General de la República 2025.
De manera sorpresiva, previamente, varios legisladores comenzaron a abandonar el recinto, mientras en el hemiciclo se daba inicio a la lectura, sin debate y en un movimiento que recuerda los conocidos “madrugones” legislativos, cuando el documento fue aprobado en su totalidad.
El presupuesto asciende a L430,907.8 millones, lo que representa un incremento de L23,770.4 millones en comparación con el de 2024, es decir, un aumento del 5.8%. Del total, L266,667.6 millones están destinados a la administración central y L164,240.3 millones a administración descentralizada.
Cuestionamientos
El procedimiento no pasó desapercibido para la oposición, que denunció que la aprobación en la madrugada fue una estrategia para evitar un análisis profundo, puesto que reclamaban más fondos para salud y educación y eliminación de partidas confidenciales.
Desde diciembre, el oficialismo no había logrado acuerdos con las distintas bancadas en el Poder Legislativo, lo que incluso provocó que las sesiones comenzaran después de instalada la cuarta legislatura en la última semana de enero. Las sesiones pasadas tampoco hubo consenso y solo se dio lectura.
Sin embargo, en la madrugada de ayer, pese a reclamos, la votación se llevó a cabo y concluyó con 61 votos a favor. Entre quienes respaldaron el proyecto estuvieron 51 diputados de Libre, junto a Tomás Ramírez y Osman Chávez del PSH, los liberales Mayra Pavón, Ernesto Lezama y José Tejada, el nacionalista Jorge Zelaya y Carlos Raudales de Democracia Cristiana, y diputados suplentes del PSH.
En contraste, 32 se opusieron, incluidos cinco del PSH, 14 liberales y 13 nacionalistas. No hubo abstenciones, pero cinco optaron por no emitir su voto: los liberales Aleyda Álvarez, Erika Urtecho, Marlin Peraza, Cristhiam Hernández y del PSH Rolando Barahona.
En total, estuvieron presentes en la sesión 98 diputados, mientras que 30 de la oposición se ausentaron en el momento de votar. Esto allanó el camino para aprobar el presupuesto, aunque sectores y analistas no descartan que hayan existido arreglos entre partes del oficialismo y oposición.
Crecimiento
El dictamen aprobado muestra tendencia de crecimiento en los últimos años, especialmente en este año electoral. Uno de los recortes más notorios se da en Red Solidaria, que disminuyó en casi L2,000 millones, también Ciencia y Tecnología sufrió fuerte recorte, pasando de L406 millones a apenas, L97 millones.
Asimismo, Ciudad Mujer vio una reducción importante. Los sectores con mayores incrementos fueron Planificación Estratégica, que aumentó su presupuesto en más de L500 millones, Instituto Nacional Penitenciario pasó de L2,400 millones a casi L5,000 millones, Infraestructura y Transporte creció de L12,000 millones a L15,234 millones.
En contraste, Educación tuvo ligero aumento, de L40,000 millones a L42,755 millones, mientras que Salud apenas subió de L29,132 millones a L29,270 millones, lo que se considera insuficiente ante la alta demanda de servicios médicos.
Un punto polémico es la partida confidencial de la Presidencia, que pasó de 9,000 millones a L12,000 millones, un incremento con cuestionamientos. Siendo un año electoral, el presupuesto parece reflejar prioridades estratégicas que podrían influir en el proceso electoral.
Además, la ausencia de varios diputados en la sesión del Congreso Nacional deja abierta la interrogante sobre el impacto de estas decisiones y su posible trasfondo político.