Honduras
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A mediados de abril se dará a conocer un informe preliminar sobre las causas del accidente aéreo de la aerolínea Lanhsa, ocurrido el 17 de marzo mientras despegaba del aeropuerto Juan Manuel Gálvez de Roatán con destino a La Ceiba, Atlántida.
El trágico evento cobró la vida de doce personas, incluidos el piloto Luis Araya, el copiloto Francisco Lagos y diez pasajeros, entre ellos Aurelio Martínez Suazo, destacado cantante hondureño. Cinco sobrevivientes lograron salir con vida del percance.
Un equipo de cuatro expertos británicos de la empresa British Aerospace, la fabricante del avión JetStream-32 que se accidentó, arribó a la isla el jueves 20 de marzo para iniciar las investigaciones.
Los ingleses, un experto en fuselaje y estructura que lidera la investigación, junto con el resto de los extranjeros especializados en instrumentos de vuelo, técnicos en motores y especialistas en electrónica, inspeccionan la zona del accidente.
Jorge Corrales, subdirector de Aeronáutica Civil, dijo que “ellos están manejando la investigación bien hermética, han dicho que no les gusta dar ningún tipo de información de adelanto, hasta que tengan treinta días desde el día que ocurrió el accidente. En ese tiempo brindarán un informe preliminar sobre lo que pasó”.
Las investigaciones están a cargo de los técnicos de la Comisión de Accidentes e Incidentes de la Secretaría de Defensa Nacional, que llegó a la isla un día después del accidente del vuelo 0-18 de Lanhsa. Serán ellos que darán a las máximas autoridades el informe sobre las causas del percance.
Hasta ahora se ha conocido que el avión pudo haber perdido fuerza en los motores, lo que habría provocado que se precipitara al mar, segundos después de haber despegado.
Previo a que se registrara la caída de la aeronave, el piloto había reportado a su esposa que el avión presentaba problemas en el sistema hidráulico del motor cuando iba a despegar de la pista aérea de Puerto Lempira, en el departamento de Gracias a Dios.
El piloto Luis Araya comentó a su esposa que, tras realizar mantenimiento al avión y llevar a cabo vuelos de prueba en la zona, finalmente decidieron abordar pasajeros, rumbo a Roatán. Antes de llegar a la isla, hicieron una escala en Puerto Lempira tras iniciar la ruta desde La Ceiba.
Esta versión fue respaldada por los pasajeros que sobrevivieron al trágico vuelo, quienes, desde su lecho de recuperación, afirmaron que la aeronave presentaba fallas durante el trayecto.
Hasta ayer, se realizaban trabajos preliminares para extraer a tierra firme el fuselaje y el dispositivo de grabación de la aeronave. Este último permitirá analizar las conversaciones de los pilotos antes del accidente y así determinar las posibles causas del desastre.
El avión se encuentra a unos 170 pies de profundidad aproximadamente, según han constatado autoridades de Aeronáutica Civil. “Se está preparando un buen trabajo para poder llegar con seguridad al avión, todavía no se saca. Hay una dificultad en sacarlo por lo profundo”, puntualizó Corrales.
Carlos Padilla, jefe de navegación de Aeronáutica Civil, manifestó a medios de comunicación que “el equipo de británicos se encuentra en la isla trabajando y una vez tengan avances se darán a conocer, estamos a la espera”.
Autoridades de Aeronáutica Civil confirmaron a diario LA PRENSA que los pilotos no dieron ninguna alerta a la torre de control sobre alguna posible emergencia en el vuelo, antes de la caída. El avión se partió en dos cuando impactó contra el mar.