Tegucigalpa.
El Ministerio Público informó que la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) abrió una investigación que podría reflejar una práctica que ha permanecido oculta y que tiene varias consecuencias para el medio ambiente.
Se trata de la introducción ilegal de refrigerantes que son dañinos para la capa de ozono. Expertos advierten que estos productos contienen sustancias prohibidas por convenios internacionales de protección ambiental. Al proceso de investigación se sumó la Fiscalía Especial Contra los Delitos Tributarios y Conexos (FE-CDTC).
Fabricio Erazo, jefe de la FE-CDTC, y Edgar Zúñiga, director de la Unidad Técnica de Ozono de Honduras (UTOH) sostuvieron una reunión en la que se discutieron las alertas sobre el ingreso irregular de estas sustancias ilegales.
Zúñiga advirtió que la sospecha apunta a productos que contienen compuestos altamente nocivos, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), reconocidos por su impacto directo en el adelgazamiento de la capa protectora de la Tierra.
Denuncias
La Fiscalía dio a conocer que existen cuatro denuncias activas en distintas regiones del país relacionadas con la posible importación irregular de estos refrigerantes.
Según las autoridades, ya se han iniciado los procedimientos necesarios para identificar a las empresas responsables de estos delitos y determinar si los hechos constituyen defraudación fiscal, así como otras violaciones ambientales.
De acuerdo con la información presentada, se busca establecer un mecanismo más sólido de control para evitar el ingreso de las sustancias que comprometen la seguridad ambiental en Honduras, ya que la descomposición de estas libera cloro y bromo, acelerando la destrucción del ozono.
Este impacto ambiental también se traduce en un mayor riesgo para la salud humana, amenazas para la agricultura y ecosistemas marinos y; además, su contribución al cambio climático.