El Informe sobre el Clima de Inversión 2025 del Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una radiografía compleja sobre Honduras: un país con ventajas geográficas, recursos estratégicos y estabilidad macroeconómica relativa, pero también con profundas debilidades institucionales, jurídicas y de infraestructura que ponen freno a su potencial como destino de capital extranjero.
El documento indica que en cuanto a la seguridad jurídica e institucionalidad, es persistente la incertidumbre derivada de problemas de corrupción, débil Estado de derecho y un sistema judicial vulnerable a influencias políticas.
Las trabas regulatorias también pesan: las empresas deben lidiar con múltiples ministerios y competencias superpuestas para obtener permisos y licencias, un proceso percibido como poco claro y propenso a la corrupción.
Oportunidades que atraen al capital internacional
De acuerdo con el documento, Honduras cuenta con factores estructurales que favorecen la inversión:
Posición estratégica y acceso a mercados. Su cercanía con Estados Unidos, el principal socio comercial, y su participación en el Tratado de Libre Comercio CAFTA-DR facilitan la exportación e importación de bienes.
Recursos naturales y fuerza laboral. La riqueza agrícola, minera y forestal, junto con una fuerza laboral reconocida por su disciplina y capacidad, son activos que destacan en la región.
Estabilidad macroeconómica. Respaldada por programas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Honduras ha logrado mantener relativa disciplina fiscal y controlar la inflación.
Confianza de los mercados. La colocación de un bono soberano por 700 millones de dólares en noviembre de 2024 es citada como un reflejo de credibilidad internacional en la política económica.
Gracias a estas condiciones, más de 200 empresas estadounidenses operan actualmente en el país, y sectores como el automotriz y el de manufactura ligera ampliaron sus inversiones en 2024.
Señales mixtas desde el Gobierno
El informe advierte, sin embargo, que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro envía mensajes contradictorios a la comunidad empresarial. Mientras algunos funcionarios promueven la inversión privada como clave para el crecimiento económico y el empleo, voces dentro del partido oficialista LIBRE mantienen un discurso hostil hacia las compañías extranjeras, lo que genera incertidumbre.
Reformas legales recientes han reforzado estas dudas. Entre ellas, la derogación de la Ley de Empleo por Hora, que regulaba el trabajo temporal; la aprobación de una nueva ley de energía que abre la puerta a la intervención estatal en empresas privadas; la salida de Honduras del CIADI (organismo internacional de arbitraje); y la declaratoria de inconstitucionalidad de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE). Todas estas decisiones son vistas como señales de riesgo por los inversionistas.
Obstáculos estructurales
El Departamento de Estado identifica una serie de problemas que frenan la inversión en el país:
Corrupción y debilidad institucional. La percepción de favoritismo en el Poder Judicial y la falta de independencia en las decisiones de los tribunales limitan la confianza empresarial.
Carga burocrática. La lentitud en trámites y permisos, así como la falta de coordinación entre ministerios, entorpecen la instalación y operación de nuevas inversiones.
Costos de energía. El precio elevado y la inestabilidad del suministro eléctrico constituyen un desafío para la industria.
Seguridad ciudadana. La violencia y el crimen organizado siguen siendo factores de riesgo, en particular en zonas urbanas y en sectores como transporte y logística.
Deficiencias en infraestructura. Carreteras, puertos y sistemas de telecomunicaciones requieren modernización para responder a las necesidades del comercio internacional.
Calidad educativa. La falta de personal técnico y la baja cobertura educativa dificultan la competitividad laboral a largo plazo.
Marco legal: protección, pero con limitaciones
El informe recuerda que Honduras cuenta con una Ley de Inversiones (2011) que garantiza igualdad de trato a inversionistas extranjeros y nacionales, además de mecanismos de protección en el marco del Cafta-DR. No obstante, en la práctica, las disputas comerciales suelen tardar años en resolverse y los empresarios señalan que la aplicación de la normativa tributaria es irregular y discrecional.
Además, la salida del país del CIADI en 2022 eliminó una vía internacional de resolución de conflictos, lo que eleva el riesgo percibido para quienes deseen invertir en Honduras.
Perspectiva electoral y cautela empresarial
El panorama político también incide en la decisión de los inversionistas. Con las elecciones generales previstas para finales de 2025, el sector empresarial muestra cautela, a la espera de conocer si el rumbo político del país se mantendrá estable o sufrirá cambios que modifiquen las reglas del juego.
En conclusión, el Informe sobre el Clima de Inversión 2025 subraya que Honduras ofrece oportunidades atractivas en sectores como agricultura, manufactura, energía renovable y servicios, gracias a su ubicación estratégica y estabilidad macroeconómica.
Sin embargo, advierte que esas oportunidades solo podrán materializarse plenamente si el país enfrenta de manera decidida sus desafíos: fortalecer el Estado de derecho, reducir la corrupción, modernizar la infraestructura y garantizar un entorno regulatorio previsible.