Las regiones central y oriente enfrenta una intensa temporada de incendios forestales que está generando alarma entre autoridades ambientales, comunidades rurales y expertos en cambio climático.
Según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), en lo que va del año se han registrado 249 incendios forestales, los cuales han devastado 8,309 hectáreas de cobertura boscosa en el país.
La magnitud de los siniestros es preocupante: en un período de 94 días (del 1 de enero al 4 de abril), se han producido un promedio de 2.65 incendios diarios, afectando cerca de 33.37 hectáreas por evento. Este nivel de destrucción pone en peligro la biodiversidad, reduce la capacidad de captación de agua, libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y afecta directamente la salud de las personas en áreas afectadas.
Hasta el pasado jueves, la plataforma NASA FIRMS identificó 11 disturbios térmicos en zonas de cobertura forestal ubicadas en los departamentos de Francisco Morazán, Comayagua, Yoro y Olancho.
Un incendio ocurrido en el sector de Villa Vieja, en la carretera hacia el oriente del país, que considerablemente la cobertura boscosa de la zona.
Además, esta semana se registró otro incendio de grandes proporciones en una región montañosa de Santa Lucía, cercana al cerro Cantagallos, el cual arrasó con unas 170 hectáreas de bosque, según los reportes más recientes.