La violencia, la escasez de oportunidades y la inestabilidad social que aún afectan a Honduras siguen impulsando a miles de hondureños a emigrar cada año.
Ya sea de forma regular o irregular, muchos connacionales que migran en busca de un mejor futuro para sus familias, al llegar a la nación de destino, buscan alternativas para permanecer legalmente. Una de ellas es la solicitud de protección internacional, es decir, una petición de asilo o refugio.
Al cierre de 2024, a nivel mundial se registraron 45,412 hondureños solicitantes de asilo y refugio, según estadísticas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presentadas en un boletín informativo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras elaborado por el Observatorio de Migraciones Internacionales de Honduras (OMIH), adscrito al Instituto de Investigaciones Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales.
Las solicitudes fueron presentadas en 20 países, siendo la mayoría en México. El boletín de la Unah señala que el 61% (más de 27,800 hondureños) solicitó asilo en ese país.
Del total de solicitudes, se otorgaron 14,712 resoluciones favorables a hondureños, ubicando a México como el principal país de acogida para los connacionales. Esto significa que 88 de cada 100 solicitudes fueron aprobadas.
El 31% de los hondureños (unos 14,000) presentó solicitudes en Estados Unidos (EE UU), mientras que apenas el 4% lo hizo en España (unos 1,900). El 4% restante se tramitó en otros 16 países, incluido Guatemala.
En el caso de España, hasta mediados de julio de 2025 se registraban 481 solicitudes de refugio de hondureños.
“Comparando los países de la región, los nicaragüenses y hondureños realizan mayor solicitud de protección en España, a diferencia de México, donde la mayoría son de Honduras, El Salvador y Guatemala”, revela el informe de la Unah.
Según especialistas, las cifras evidencian que factores como la violencia, el crimen organizado, la falta de oportunidades y la inestabilidad social continúan siendo motores de la migración forzada.
Esto señala la urgencia de que las autoridades gubernamentales refuercen estrategias de seguridad, empleo, educación y prevención de violencia que reduzcan la necesidad de migrar forzosamente, indican.