Cada año, más de 500.000 personas procedentes del Triángulo Norte intentan emigrar de manera irregular a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, incluyendo miles de menores de edad.
Hondureñas sufren distintas modalidades de trata de personas, como explotación sexual, enfermedades venéreas, mendicidad, violaciones o ser usadas como “mulas” de carteles del narcotráfico.