El Canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, y el señor Nick Whittinghan, embajador del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte concurrente para Honduras, firmaron el memorándum de entendimiento para la cooperación en el fondo de paisajes biodiversos, con el objetivo de tomar acciones urgentes y ambiciosas para enfrentar la triple crisis de pobreza, pérdida de biodiversidad y cambio climático.
La ayuda financiera para operar el Fondo proviene de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) del Reino Unido, y equivale a 100 millones de libras esterlinas (aproximadamente 123.295.705,02 millones de dólares americanos), que el Gobierno del Reino Unido destina para seis paisajes altamente biodiversos alrededor del mundo, entre ellos, el de Honduras.
A nivel nacional, las instituciones beneficiarias son el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), y la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), supervisadas en la ejecución de las obras por la Secretaría de Estado para Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Después de la firma del convenio, entran en vigencia el periodo de ejecución del Fondo programado para más de 5 años de duración (71 meses).
El acuerdo entre ambos gobiernos está alineado a los compromisos de la reducción de la pobreza y los Objetivos de Desarrollo Sostenible; la tarea de detener y revertir la pérdida de biodiversidad; y el trabajo de abordar el cambio climático a través de soluciones basadas en la naturaleza y la protección de paisajes críticos.
Honduras forma parte del paisaje de Mesoamérica y éste, a su vez, cubre tres áreas de biodiversidad significativa: la Selva Maya en Guatemala y Belice; la Región del Trifinio que abarca Guatemala, Honduras y El Salvador; y la región de la Mosquitia de Honduras, incluyendo la Reserva de la Biosfera Río Plátano, la Biosfera Tawahka Asangni y el Parque Nacional Patuca.
Los diplomáticos coincidieron en que este tipo de colaboraciones contribuirá a la restauración de los paisajes y su protección a largo plazo, a través de prácticas de manejo sostenibles. Como resultados de su implementación, se espera que los habitantes puedan desarrollar oportunidades económicas a través de la inversión en la naturaleza en apoyo de la adaptación al clima, la resiliencia y la reducción de la pobreza.
Los beneficios también serán recibidos a nivel ambiental cuando se logre reducir, detener o revertir la pérdida de biodiversidad en las regiones de importancia mundial para la biodiversidad, así como en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para salvaguardar los sumideros naturales de carbono.
