Honduras no tiene las condiciones para convertirse en tercer país seguro, extremo que el Gobierno niega, pero podría ser una posibilidad, sobre todo porque en la primera gestión del presidente Donald Trump se recibió a migrantes de otras naciones que esperaban respuesta sobre su solicitud de asilo en Estados Unidos.
El jueves llegó a Honduras un vuelo con 177 migrantes venezolanos. Las autoridades dijeron que el país sirvió de “puente humanitario”; es decir, los retornados venían en un avión militar estadounidense de Guantánamo y pasaron a otro avión venezolano. Esto generó dudas sobre si el país continuaría con las mismas acciones o podría convertirse en tercer país seguro nuevamente.
“En Honduras no estamos preparados para ser tercer país seguro. De hecho, tenemos dificultades y empiezan los retornos masivos para poder atenderlos, recuerde que el Gobierno está iniciando un programa de asistencia humanitaria y otro de proceso de desarrollo”, dijo César Castillo, director del Observatorio de Migraciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
Castillo consideró que recibir migrantes de otras nacionalidades “costaría entre 800 a mil millones de dólares, y el país no tiene los fondos de ayuda para esto, para hacerlo habría que hacer reportes en otras líneas de presupuesto”.
No hay solicitud
Wilson Paz, director del Instituto Nacional de Migración (INM), manifestó que “no lo hay, no lo hay, pero no le podría decir si en algún momento el Gobierno de los Estados Unidos lo solicita”, refiriéndose a que Honduras no es un tercer país seguro y no existe un acuerdo al respecto.
“Ese es un tema de conversación y lo que yo podría dejarle establecido en la nota es que no lo hay, pero sí, nosotros somos un país que estamos en permanente diálogo con los Estados Unidos en diversos temas debido a las buenas relaciones que tenemos”, amplió.
Sobre la llegada de más vuelos con migrantes de otras naciones afirmó que “en este momento no tengo la información si este tipo de vuelos van a continuar o no, pero usted puede establecer en la nota que nosotros siempre tenemos la voluntad de cooperar en la región en esta temática migratoria, y que seguramente se da en otra ocasión una petición de colaborar con otra operación similar entre Venezuela y Estados Unidos, ambos países con los que tenemos relaciones diplomáticas y de amistad, vamos a seguir cooperando”.
El vicecanciller Antonio García compartió el criterio del director de Migración al asegurar que “no es un acuerdo de tercer país seguro, así como el de Guatemala y El Salvador, la diferencia consiste en que cuando es tercer país seguro, la gente se queda en el país de manera indefinida buscando una solución posterior para ellos”.