“Quedamos en cero, pero con vida”: testimonios de comerciantes que perdieron todo en incendio del mercado Medina
El fuego redujo a cenizas el sustento de decenas de familias en el mercado Medina. En medio del dolor y las pérdidas totales, los comerciantes relatan cómo vivieron el incendio.
- Actualizado: 30 de diciembre de 2026 a las 10:13 -
El mercado Medina-Concepción, localizado en San Pedro Sula, amaneció envuelto en silencio, humo y restos calcinados. Donde antes había movimiento, ventas y voces, hoy solo quedaron estructuras negras y comerciantes tratando de asimilar la magnitud de la tragedia ocurrida la noche del lunes 29 de diciembre.
La emergencia inició en el sector de la 6 calle y rápidamente se extendió por varios tramos del mercado, sorprendiendo a quienes aún se encontraban en la zona y obligando a vecinos a salir de sus viviendas por temor a que el fuego alcanzara más áreas.
La intensidad del incendio obligó al despliegue de múltiples unidades del Cuerpo de Bomberos, mientras explosiones y fuertes llamaradas mantenían en vilo a toda la ciudad, que observaba cómo uno de los centros comerciales más tradicionales ardía sin control.
El miedo se apoderó del barrio Medina cuando los gritos de auxilio comenzaron a escucharse en medio de la noche. Comerciantes y vecinos alertaron desesperadamente a los equipos de emergencia ante la rapidez con la que avanzaban las llamas.
En cuestión de minutos, varios locales comerciales fueron alcanzados por el fuego. Desde distintos puntos de San Pedro Sula se podían observar las llamaradas iluminando el cielo, mientras el estruendo aumentaba la angustia de quienes estaban en el lugar.
Entre la desesperación, también surgieron testimonios marcados por la fe. Una comerciante relató que horas antes había estado en su negocio orando y bendiciendo el local, sin imaginar que poco después el fuego lo rodearía por completo.
Según su relato, en el lugar había cohetes y otros materiales inflamables, por lo que temió que todo terminara en una tragedia mayor. Sin embargo, aseguró que su negocio quedó casi intacto en medio de la destrucción. Conmovida, afirmó que lo sucedido fue un milagro y que, pese a los daños alrededor, las pérdidas en su local fueron mínimas. Para ella, fue una señal de protección divina en medio del caos.
Otra comerciante afectada expresó su dolor al ver desaparecer el sustento de su familia. Contó que el negocio era la base económica de su hogar y que ahora deberán comenzar nuevamente desde cero. Aunque la tristeza es profunda, aseguró que mantiene la fe y que confía en que Dios les dará fuerzas para salir adelante. “Estamos vivos y eso es lo más importante”, expresó.
Pidió fortaleza no solo para ella, sino para todos los locatarios que hoy enfrentan la misma situación, reconociendo que confiar en medio del dolor no es fácil.
Un comerciante con más de cuatro décadas trabajando en el mercado relató que las pérdidas rondan los 50 mil lempiras, dinero que había invertido para las ventas de fin de año. Dijo que ese negocio le permitió criar a sus hijos y sostener a su familia durante 45 años, esfuerzo que hoy quedó reducido a cenizas.
A pesar de haberlo perdido todo, agradeció que no se registraran víctimas mortales, destacando que, en medio del pánico, muchas personas optaron por resguardar su vida.
Las pérdidas materiales son millonarias y el impacto económico es devastador. Mientras maquinaria pesada y cuadrillas continúan removiendo escombros, el mercado Medina intenta levantarse entre el dolor, la fe y la esperanza de volver a empezar.