Luego de dos años de crisis económica debido a la pandemia del covid-19, esta ciudad anclada en las montañas resurge como uno de los puntos más atractivos y con mayor potencial para desarrollarse en el occidente de Honduras.
Durante el último año, inversionistas han fijado su mirada en La Esperanza y poco a poco se amplían los servicios y se extiende el comercio.
En los últimos meses, en este municipio se pueden disfrutar de espacios únicos en el occidente, donde un visitante puede degustar ricos platillos “gourmet”, pizzas artesanales y combinar las tradiciones que enriquecen la ciudad a través de la cultura viva del pueblo indígena lenca.
Economía
Cerca de 100 nuevos empleos se han generado en la ciudad con la apertura de plazas y modernas tiendas.
Marbel López, empresario copaneco que recientemente abrió una tienda por departamentos en La Esperanza, dijo que además de suplir la demanda y necesidad de la población de la zona se están generando empleos, que hacen más dinámica la economía local.
El alcalde de La Esperanza, Miguel Antonio Fajardo, manifestó que la comuna propicia un clima de inversión para la ciudad que es gemela de Intibucá.
Fajardo indicó que la alcaldía desarrolla un plan de ordenamiento territorial que define las nuevas zonas de urbanización, crecimiento comercial, así como se trabaja en la interconectividad de la ciudad, que carece de zona de libramiento vehicular.
El jefe edilicio afirmó que La Esperanza es una ciudad con altos índices de crecimiento social y económico que se basa en el turismo y el comercio.“Estamos trabajando en mejorar nuestros servicios, limpieza de calles, pavimentaciones, buscamos articular una agenda sostenible para que la ciudad siga creciendo”, añadió.
