El director ejecutivo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Gaspar Rodríguez, renunció el jueves pasado al controvertido reajuste salarial que había generado polémica en la opinión pública.
En una carta dirigida a la junta directiva, Rodríguez explicó que su decisión se basa en su compromiso con la institución y su responsabilidad social.
"He sido trabajador del IHSS desde el año 2000 en mi plaza diurna como nefrólogo pediatra, y aunque se me nombró como director ejecutivo en mayo de 2022, mi salario seguía siendo el mismo hasta julio de 2023. Me debo a esta institución, la cual me ha brindado los medios de vida para sacar adelante a mi familia", expresó en la misiva.
Rodríguez señaló que el reajuste salarial se realizó de acuerdo con la política aprobada por la junta directiva, pero decidió renunciar a la mejora económica debido a la situación actual del IHSS y su compromiso con la seguridad social en Honduras.
"Como luchador social, considero que el fin primordial es la seguridad social de la población", afirmó.
Además, el director ejecutivo destacó la importancia de trabajar en una nueva Ley Integral de Seguridad y Protección Social, señalando que la anterior fue derogada, afectando los ingresos económicos necesarios para financiar los servicios de salud.
La renuncia de Rodríguez surge después de que diversos sectores expresaran su descontento por el aumento salarial del director en medio de la crisis del IHSS, que enfrenta escasez de especialistas y problemas en la atención a los derechohabientes.
LA PRENSA publicó un artículo sobre el aumento salarial del director el pasado 9 de octubre, revelando que el incremento fue del 41%, lo que generó fuertes críticas en el país.
Según datos oficiales del Instituto de Acceso a la Información Pública, Rodríguez pasó a ganar 220,446.7 lempiras a partir de agosto de 2023, representando un aumento de 64,152.7 lempiras desde diciembre de 2022.
Este incremento salarial también fue cuestionado por la precariedad en los servicios de emergencia del IHSS y las largas filas de pacientes en busca de citas médicas y medicamentos.
Los derechohabientes expresaron su descontento, catalogando el aumento como una "grosería", ya que consideran que no están recibiendo atención de calidad a pesar de sus contribuciones al sistema de seguridad social.