TEGUCIGALPA
La titular del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, asumió ayer, a su regreso al país, “la verdad del domingo 18 de junio, día en que me vi obligada a salir del país junto a mi familia luego de recibir amenazas que ponían en riesgo nuestra integridad física”.
La titular del CNA fue acompañada por varias personalidades de la sociedad civil hondureña y por representantes de la diplomacia internacional acreditada en Honduras; entre ellas, Alice Shackelford, coordinadora residente de las Naciones Unidas.
Castellanos aseguró que durante el mes que estuvo en el exilio en los Estados Unidos “seguí siendo objeto de agresiones provenientes del aparato estatal, que irónicamente es el que debe resguardar la vida nuestra”, señaló.
Ante el potencial peligro que le generó el haber desenmascarado ciertas irregularidades de las distintas elites políticas de Honduras, Castellanos regresó, pero asegura que retornó al país para seguir combatiendo la corrupción.
“Soy ese otro hondureño con la terquedad de rescatar este país de las fuerzas oscuras. En esta lucha me acompañan representantes de sociedad civil, sector campesino, academia, empresarios, iglesias, grupos originarios; ciudadanos que saben muy bien que hoy soy yo, pero mañana puede ser cualquiera que se atreva a levantar la voz”, asintió.
En horas de la noche, la Secretaría de Gobernación emitió un comunicado en el que cuestionan la credibilidad de Castellanos, al ser solo un miembro del CNA, que es un ente colegiado. La presidenta, Xiomara Castro y otros funcionarios , cuestionaron en Twitter la participación de la representante de la ONU en la conferencia ofrecida por castellanos.
