Los cuatro partidos políticos de oposición oficializaron ayer la conformación del Frente Democrático, alianza cuyo propósito es defender la transparencia y el orden democrático ante lo que califican como amenazas al proceso electoral del 30 de noviembre.
Durante el evento estuvieron los presidenciables Nasry Asfura, del Partido Nacional, y Nelson Ávila, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu), así como Vera Sofía Rubí, en representación del Partido Liberal ante la ausencia de su candidato Salvador Nasralla, y Godofredo Fajardo, presidente de la Democracia Cristiana (DC), debido a la inasistencia del aspirante presidencial Mario Rivera, conocido como Chano Rivera.
“Aquí no es un bipartidismo, somos partidos que luchamos por la democracia. Hoy, la democracia fue golpeada al no permitir que se hicieran presentes los oferentes del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (Trep)”, aseguró Asfura.
Reiteró que “amedrentar a las consejeras no es el camino. No hay manera de que la cosa funcione actuando de esa forma”. Esto debido a que coletivos de Libre impidieron se avanzara en el proceso de licitación del Trep.
Nelson Ávila, aspirante presidencial del Pinu, denunció la existencia de un plan para debilitar instituciones como el Congreso Nacional y el Consejo Nacional Electoral (CNE) con el objetivo de crear un escenario que facilite un “autogolpe” e impulse una Asamblea Constituyente.
“Vamos a unir y transformar Honduras”, exhortó el candidato presidencial del Pinu.
Más temprano, el candidato presidencial Salvador Nasralla acusó al partido de gobierno de buscar socavar la democracia, al tiempo que condenó el boicot de los colectivos de Libertad y Refundación (Libre) al proceso de entrega de ofertas para la licitación del Trep.
“El Partido Libre, que es el gobierno de la república, se ha tomado las instalaciones del Consejo Nacional Electoral en un acto que evidencia que están socavando el proceso electoral. Ellos no quieren que haya elecciones”, aseguró Nasralla.
El aspirante presidencial liberal añadió: “Esto es un hecho súper peligroso porque hay muchas instituciones en el mundo que se están dando cuenta de que el Gobierno no quiere democracia. El Gobierno debería actuar y quitar esa gente, pero son de ellos”.
