San Pedro Sula, Honduras.
Más de cien familias que fueron desalojadas del predio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah-vs) amenazan con tomarse el bulevar que conduce a Rancho el Coco si no son reubicados por la Municipalidad.
A inicios de este mes se produjo el desalojo de unas 295 familias que habitaban el terreno de 25 manzanas propiedad de la máxima casa de estudios. Este se encuentra ubicado contiguo al bordo El Pedregal, a unos 800 metros al norte del campus de la Unah-vs.
De esas familias, más de cien se trasladaron con las pocas pertenencias que les quedan a un terreno que está enfrente de donde fueron desalojadas. Ahí han colocado carpas para cubrirse del sol y la lluvia. La mayoría de los habitantes son originarios de Santa Bárbara, Olancho y San Pedro Sula, no trabajan y los niños no estudian.
“Nosotros perdimos todo cuando metieron los tractores, no nos dio chance de sacar las camas, la ropa ni nada”, cuenta Mirian Lara, quien junto a su mamá residió por más de 40 años en el terreno de la Unah-vs.
Enfermedades
Más de cien familias que fueron desalojadas del predio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah-vs) amenazan con tomarse el bulevar que conduce a Rancho el Coco si no son reubicados por la Municipalidad.
A inicios de este mes se produjo el desalojo de unas 295 familias que habitaban el terreno de 25 manzanas propiedad de la máxima casa de estudios. Este se encuentra ubicado contiguo al bordo El Pedregal, a unos 800 metros al norte del campus de la Unah-vs.
De esas familias, más de cien se trasladaron con las pocas pertenencias que les quedan a un terreno que está enfrente de donde fueron desalojadas. Ahí han colocado carpas para cubrirse del sol y la lluvia. La mayoría de los habitantes son originarios de Santa Bárbara, Olancho y San Pedro Sula, no trabajan y los niños no estudian.
“Nosotros perdimos todo cuando metieron los tractores, no nos dio chance de sacar las camas, la ropa ni nada”, cuenta Mirian Lara, quien junto a su mamá residió por más de 40 años en el terreno de la Unah-vs.
Enfermedades
La miseria en la que viven estas familias parece empeorar con los días. Los niños lloran por comida y los padres se sientan en las medianas de las calles esperando que alguien se apiade de ellos y les done algunos víveres. “Los niños están enfermos, no tenemos medicamentos, vamos a los centros de salud y venimos solo con las recetas. Tenemos recién nacidos a los que no les podemos dar leche”, agrega.
Durante el día, conductores de vehículos se detienen para dejarles comida y ropa, que resulta insuficiente al repartirla entre todos.
Desalojo
Santos López manifiesta que se las han arreglado para tener agua, pero tienen que ir a un predio cercano a hacer sus necesidades. “El dueño de este terreno ya nos mandó a decir que nos da 72 horas para desalojarlo, pero si nos sacan de aquí nos vamos a tomar el bulevar porque no tenemos a donde ir”, expresa López, quien habitó 20 años el terreno.
“Pedimos que nos ayuden, necesitamos ser reubicados, estamos sufriendo por la manera en que vivimos”, añade. José Antonio Rivera, comisionado municipal de tierras, dice que los afectados deben presentar una solicitud a la alcaldía con el objetivo de determinar si hay tierras en otros sectores que se les pueda otorgar a través de vivienda social. “Nosotros tenemos que hacer un estudio para verificar si hay terrenos disponibles que reúnen las condiciones necesarias porque no podemos caer en una irresponsabilidad”, asevera.
