San Pedro Sula, Honduras.
Transitar por las avenidas y calles de Barandillas, la Smith y la Ruiz, en el noreste de la ciudad, es un verdadero riesgo para los peatones y conductores.
La oscuridad es casi total porque la mayoría de las lámparas del alumbrado público están quemadas.
Pero no solo la oscuridad tiene en alerta a los pobladores, sino también los robos a negocios y casas, los que en su mayoría no son reportados por miedo.
“Nosotros pedimos a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) que haga un recorrido nocturno por las avenidas 3, 4 y 5, desde la 1 hasta la 7 calles noreste, y compruebe el problema”, expresa doña Hilda Ortega, residente en la colonia Ruiz.
La preocupación de los residentes es que muchos estudiantes que viven en el sector transitan por las noches, pues el bus los deja en la avenida Júnior y tienen que caminar hasta sus casas. “El bus nos deja en la Júnior y caminamos hasta nuestras casas. Muchas veces nos han asaltado en esas calles porque aunque quede céntrico no se han preocupado por iluminar”, expresa Juan Maradiaga, un universitario que estudia por las noches.
Una de las avenidas más oscuras es la 5, entre la 1 y 7 calles, donde todas las lámparas están dañadas. “Desde que hubo un incendio en una tienda de acá, del sector, hace más de año, esos focos quedaron malos”, comenta Carlos Montes, un obrero que trabaja en Barandillas. Otro de los sitios que urge de lámparas es la calle aledaña a la iglesia San Pablo, ubicada en la colonia Ruiz.
En esta temporada de Cuaresma, la Iglesia Católica realiza el Viacrucis y Santo Entierro, y por algunas de estas calles pasan estas procesiones. En la 8 avenida, entre la 1 y 7 calles NE, los vecinos elaboran las alfombras de aserrín el Viernes Santo, una tradición que se ha convertido en un atractivo para los sampedranos.
La petición es que la Enee llegue a revisar todos esos focos y cambie los que sean necesarios para que funcionen por la noche.
Transitar por las avenidas y calles de Barandillas, la Smith y la Ruiz, en el noreste de la ciudad, es un verdadero riesgo para los peatones y conductores.
La oscuridad es casi total porque la mayoría de las lámparas del alumbrado público están quemadas.
Pero no solo la oscuridad tiene en alerta a los pobladores, sino también los robos a negocios y casas, los que en su mayoría no son reportados por miedo.
“Nosotros pedimos a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) que haga un recorrido nocturno por las avenidas 3, 4 y 5, desde la 1 hasta la 7 calles noreste, y compruebe el problema”, expresa doña Hilda Ortega, residente en la colonia Ruiz.
La preocupación de los residentes es que muchos estudiantes que viven en el sector transitan por las noches, pues el bus los deja en la avenida Júnior y tienen que caminar hasta sus casas. “El bus nos deja en la Júnior y caminamos hasta nuestras casas. Muchas veces nos han asaltado en esas calles porque aunque quede céntrico no se han preocupado por iluminar”, expresa Juan Maradiaga, un universitario que estudia por las noches.
Una de las avenidas más oscuras es la 5, entre la 1 y 7 calles, donde todas las lámparas están dañadas. “Desde que hubo un incendio en una tienda de acá, del sector, hace más de año, esos focos quedaron malos”, comenta Carlos Montes, un obrero que trabaja en Barandillas. Otro de los sitios que urge de lámparas es la calle aledaña a la iglesia San Pablo, ubicada en la colonia Ruiz.
En esta temporada de Cuaresma, la Iglesia Católica realiza el Viacrucis y Santo Entierro, y por algunas de estas calles pasan estas procesiones. En la 8 avenida, entre la 1 y 7 calles NE, los vecinos elaboran las alfombras de aserrín el Viernes Santo, una tradición que se ha convertido en un atractivo para los sampedranos.
La petición es que la Enee llegue a revisar todos esos focos y cambie los que sean necesarios para que funcionen por la noche.
