Tegucigalpa. A pesar de que el Congreso Nacional se mantiene fraccionado con dos juntas directivas paralelas: la de Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), y la de Jorge Cálix, diputado expulsado del Partido Libertad y Refundación (Libre), ayer la junta directiva de Redondo sesionó en el hemiciclo.
Con la asistencia de 49 diputados propietarios y 48 suplentes, de los partidos Libre, PSH, algunos del Partido Liberal y de la DC comenzó la sesión donde se presentaron dos decretos enviados por el Poder Ejecutivo sobre la energía y los combustibles.
Durante la sesión, los diputados presentaron entre otros proyectos la creación de una comisión anticorrupción con asesoría de las Naciones Unidas, un decreto orientado a la aprobación de la segunda vuelta electoral, el proyecto de ley para condenar el golpe de Estado y la ley para la amnistía a presos políticos, además del decreto en la que se blinda la prohibición de la reelección en la Constitución de la República y para la derogación de las Zonas de Empleo y Desarrollo (zede).
Nombramiento
Aunque se había anunciado que durante la sesión del Congreso que preside Luis Redondo se nombraría al procurador y subprocurador de la república, no fue así, pues ninguno de los parlamentarios presentó la moción nominativa.
Luis Redondo, quien funge como presidente del CN, nombró las comisiones que se encargarán de revisar los decretos presentados durante la reunión. Además se concedió el permiso al doctor José Manuel Matheu para sumarse como secretario de Salud.
Conflicto
La división que se suscitó desde el pasado 23 de enero en el Congreso por la elección del presidente de ese poder del Estado parece no tener una pronta salida y se acentúa con las sesiones convocadas por Redondo.
A pesar de los acercamientos, la voluntad de algunos diputados para dialogar y el llamado al orden de la comunidad internacional las partes no se ponen de acuerdo y no logran concretar una opción que ponga fin a la crisis.
De no encontrar una alternativa política, Honduras se encamina rumbo al rompimiento del orden constitucional, indicó el analista Juan Carlos Barrientos.
El abogado Félix Ávila dijo que si el conflicto no se resuelve de manera política lo hará el Poder Judicial “porque si la Presidenta no sanciona los proyectos o leyes que emita el Congreso dirigido por Cálix, y sí los de Redondo, seguramente que van a acudir a la Corte Suprema de Justicia, por la vía de la inconstitucionalidad”, vaticinó.
El diputado disidente de Libre por Cortés Samuel Madrid manifestó que ante el conflicto los diputados expulsados de Libre están viviendo una persecución política. Lamentó que su grupo haya sido ofendido por el sector leal a Xiomara Castro. El diputado de Libre Rafael Sarmiento, quien apoya a Redondo, dijo que ellos están del lado de la directiva que cuenta con la legitimidad y el reconocimiento del pueblo, pero sobre todo, de la Presidenta.
Anoche el diputado nacionalista Tomás Zambrano tuiteó que “cualquier crisis política se tiene que solventar mediante el diálogo y la legalidad, consideramos que las siguientes salidas son viables: una tercería afín al Gobierno, que Jorge Calix se aparte, legalizar una directiva en nueva elección y se elija a Luis Redondo con nueva votación por más de 65 propietarios o que renuncie a su aspiración Luis Redondo y que se respete la junta directiva electa”.
Agregó que “no somos ni seremos obstáculo en la democracia, ni en el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, nosotros trabajamos a favor de Honduras”.
La presidenta Xiomara Castro, consultada en la basílica menor de Suyapa, se limitó a señalar: “El diálogo siempre es permanente”.
El excongresista David Reyes fue nombrado para dirigir actualmente la Gerencia General del Legislativo
Tegucigalpa. A raíz del acuerdo de cancelación que se le entregó a Analina Montes como gerente general del Congreso Nacional surgió un pleito entre los diputados Tomás Zambrano y Rasel Tomé.
Zambrano, jefe de la bancada del Partido Nacional, denunció en su Twitter que Tomé agredió y amenazó a la ahora exfuncionaria. “Vos y tu suplente la sacaron a empujones, remedos de hombres los dos. Parece que no tuvieran madre o esposa”, subrayó.
Tomé salió al paso y aclaró que en ningún momento atacó u ofendió a la profesional del Derecho. “Tomás Zambrano de tanto estar aquí creía que era el dueño de esto (Congreso), tenés que aceptar la voluntad del pueblo; están desesperados”, manifestó.
