Otro incendio hubo anoche en el Congreso Nacional cuando una diputada denunció que alguien le había quitado la silla que le tocaba ocupar en el hemiciclo.
Se trata de Claudia Ramírez, congresista suplente de Suyapa Figueroa, del Partido Salvador de Honduras (PSH), quien se mostró molesta cuando el curul que, según ella, le correspondía por decisión de la propietaria, fue usado por el diputado de su misma bancada, Mauricio Castellanos.
El lugar en realidad le correspondía a la diputada Maribel Espinoza, pero, según Ramírez, su compañera fue quien decidió que ella debía ocupar su lugar ese día, algo a lo que el legislador y el presidente del Congreso hicieron caso omiso.
“La abogada, Maribel Espinoza notificó al presidente del Congreso, Luis Redondo, que quien iba a suplir su ausencia era yo, en esa rectitud vine temprano, solo habían cinco diputados, pero me quitaron en un abrir y cerrar de ojos, en un acto vil discriminatorio”, aseguró.
Regístrese aquí para acceder a LA PRENSA Premium
“Ahora viene la elección de la Corte Suprema de Justicia, probablemente cuando llegue el día van a estar quitándonos de los curules, entonces podríamos estar frente a un ensayo de lo que se podría venir”, agregó molesta.
Por su parte, el señalado, Mauricio Castellanos reconoció que tomó el lugar para sentarse, pero lo justificó diciendo que la silla no es “propiedad” de ella.
“Ella se retiró a comprar baleadas y yo miré la oportunidad de poder participar en el curul, me instalé y pedí poder estar. Entiendo que le molestó eso a cada una de ellas, pero los curules no son propiedad de ningún diputado”, indicó.
Ante lo sucedido reaccionó la diputada Suyapa Figueroa, quien condenó lo sufrido por su suplente y a través de Twitter pidió que se investigue el caso por parte de la Comisión de Género del Poder Legislativo.
“Mi recomendación para mis compañeras y compañeros diputados, si cada vez que se levanten al baño el presidente del CN las va a quitar el curul que ocupan, cuando se elija la CSJ mejor hay que venirse con sonda y pañal. Qué bárbaro, a eso él le llamaba ‘cachurecada’”.
