El Consejo Nacional Electoral (CNE) atraviesa una crisis profunda que amenaza con afectar el proceso electoral previsto para el 30 de noviembre. Las divisiones internas y la negativa de los consejeros suplentes a participar en las sesiones han dejado al organismo sin capacidad de tomar decisiones clave.
Luego de la salida del consejero propietario Marlon Ochoa, su suplente Carlos Cardona fue convocado por la presidenta Cossette López, pero este también rechazó asistir.
La misma postura fue asumida por la suplente Karen Rodríguez, ambos argumentando que la convocatoria violaba el principio de alternancia y los tiempos legales para modificar el sistema de transmisión de resultados (TREP).
“Dicha convocatoria no cumple con el principio de alternancia de los suplentes que establece la ley, por lo tanto, es una convocatoria ilegal”, expresó Cardona.
Según los suplentes, se buscaba forzar una aprobación extemporánea de cambios al sistema de resultados preliminares, lo cual contraviene el artículo 279 de la Ley Electoral. “Hoy estamos a menos de cinco meses y en esta sesión se intenta modificar lo que ya fue aprobado”, advirtió Rodríguez.
Ambos señalaron que su presencia era usada para dar apariencia de legalidad a una sesión sin base jurídica, y alertaron sobre un intento de regresar a prácticas del pasado que permitían manipulación previa a la publicación de resultados. “Cuando esa intromisión fue eliminada, por fin tuvimos elecciones transparentes”, sostuvieron.
Respuesta de Cossette López
Por su parte, la presidenta Cossette López denunció que el cronograma se detuvo desde el 7 de julio, cuando militantes de Libre impidieron la recepción de ofertas del TREP. Desde entonces, los intentos de sesionar, incluso de forma virtual, han fracasado por falta de quórum.
“Ese día, las ofertas para el TREP no pudieron ser recibidas porque militantes de Libre bloquearon el ingreso. Desde entonces, el proceso está detenido”, indicó.