Tegucigalpa, Honduras.
Los Centros de Educación Comunitaria (Proheco) se han convertido en el sistema de educación alternativa más estable y eficiente del país.
Así lo evidencia un documento que analiza su evolución estadística a lo largo de ocho años, desde 2005 hasta 2012, que incluye datos sobre matrícula y reprobación de alumnos.
La investigación “Análisis de la inversión pública en educación y su impacto en la calidad educativa en Honduras”, realizada por José Rodolfo Zelaya, asevera que el sistema implementado por Proheco es “efectivo”.
En primer lugar destaca que “la reprobación en el sistema educativo nacional en general a partir del año 2006 muestra un decremento, lo cual significa mejora de los rendimientos; sin embargo, a partir del año 2008 la reprobación de nuevo se incrementa y, aunque no llega a los niveles del año 2006, el sistema denota ineficiencia”.
Para el caso, la reprobación de la zona urbana, es decir de las ciudades, y del nivel de educación básica, muestra que en 2005 hubo 3,891 reprobados, en 2006 cerca de 4,558, cifra que reportó altibajos a lo largo de los años hasta 2012, cuando se totalizaron 4,042 aplazados.
Proheco comparativo
De acuerdo con la investigación, “el sistema no se ha modificado de manera significativa y solo se mejoró reduciendo la reprobación en los dos primeros años (2005 y 2006), pero luego su comportamiento vuelve a reflejar que no se sostiene la mejoría y por lo tanto mantiene los mismos niveles de ineficiencia”.
Esta misma realidad reflejan las cifras del resto de niveles: secundaria urbana, secundaria rural, básica rural, etcétera, con la excepción del sector educativo que es manejado por Proheco.
Los Centros de Educación Comunitaria (Proheco) se han convertido en el sistema de educación alternativa más estable y eficiente del país.
Así lo evidencia un documento que analiza su evolución estadística a lo largo de ocho años, desde 2005 hasta 2012, que incluye datos sobre matrícula y reprobación de alumnos.
La investigación “Análisis de la inversión pública en educación y su impacto en la calidad educativa en Honduras”, realizada por José Rodolfo Zelaya, asevera que el sistema implementado por Proheco es “efectivo”.
En primer lugar destaca que “la reprobación en el sistema educativo nacional en general a partir del año 2006 muestra un decremento, lo cual significa mejora de los rendimientos; sin embargo, a partir del año 2008 la reprobación de nuevo se incrementa y, aunque no llega a los niveles del año 2006, el sistema denota ineficiencia”.
Para el caso, la reprobación de la zona urbana, es decir de las ciudades, y del nivel de educación básica, muestra que en 2005 hubo 3,891 reprobados, en 2006 cerca de 4,558, cifra que reportó altibajos a lo largo de los años hasta 2012, cuando se totalizaron 4,042 aplazados.
Proheco comparativo
De acuerdo con la investigación, “el sistema no se ha modificado de manera significativa y solo se mejoró reduciendo la reprobación en los dos primeros años (2005 y 2006), pero luego su comportamiento vuelve a reflejar que no se sostiene la mejoría y por lo tanto mantiene los mismos niveles de ineficiencia”.
Esta misma realidad reflejan las cifras del resto de niveles: secundaria urbana, secundaria rural, básica rural, etcétera, con la excepción del sector educativo que es manejado por Proheco.
