Hace 10 años, cinco mujeres de la comunidad La Pintada en este municipio comenzaron a tejer el sueño de convertirse en productoras de prendas elaboradas a mano.
Sin embargo, su sueño se ha visto frustrado debido a que los guatemaltecos han invadido el mercado en Copán Ruinas. Además, la distancia entre la comunidad y el centro del municipio es un factor que les impide que este oficio que comenzaron con entusiasmo les genere fondos para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Las artesanas elaborarán bufandas, manteles de mesa, binchas, pulseras y hasta bolsos en diferentes tamaños.
“Tengo ocho hijos y a todos les hemos dado el estudio gracias a que aprendí a tejer hilos, hubo temporadas muy buenas que nos visitaban muchos turistas, pero ahora no vendemos casi nada”, contó Ignacia Ramos, una de las indígenas que forma parte del Jardín de Mujeres Tejiendo Maya-Chortí en esta comunidad.
Otra de las quejas del grupo de mujeres es que en varias ocasiones han solicitado ayuda a las autoridades gubernamentales para que se les facilite un lugar dentro de las ruinas para vender sus productos, pero la petición no ha tenido respuesta.
Adela Ramos es otra de las artesanas que lamenta la poca apertura que tienen en toda la comunidad para vender sus creaciones.
“Los productos que ofrecemos son de buena calidad, tanto los turistas como los nacionales optan por la artesanía guatemalteca por ser más barata y a veces eso nos molesta porque no sabemos cómo hacer ni a quién acudir para que nos dé una asesoría y buscar otras alternativas”, manifestó Ramos.
Las mujeres confiesan que compran la materia prima en Guatemala debido a la falta de esta en Copán Ruinas.
Apoyo
Aunque este grupo de mujeres de la etnia maya-chortí no reciba el apoyo que necesitan, algunas personas como Katia Duke ofrecen los productos que las artesanas elaboran a extranjeros que llegan a su restaurante.
“Soy una amante de la textura y forma con la que trabajan estas mujeres y pongo todo lo que ellas elaboran en mi restaurante para que las tradiciones no se pierdan y también para que todos los que nos visiten se enamoren de esos trabajos, logrando con éxito la venta total de toda la mercadería”, dijo Duke.
La empresaria contó que el trabajo con ellas es arduo porque la situación económica es apremiante y estos meses no reciben muchos visitantes extranjeros y menos nacionales. “Ojalá que la situación cambie y las favorezcas”, dijo Duke.
