Aunque el cáncer testicular representa un pequeño porcentaje de los casos oncológicos en hombres, su detección temprana puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y complicaciones graves. Expertos de la American Cancer Society advierten que muchos de los síntomas pueden confundirse con afecciones benignas, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento oportuno.
Síntomas iniciales: lo que todo hombre debe saber
El signo más común del cáncer testicular es la aparición de una masa o abultamiento en uno de los testículos, que puede o no estar acompañado de dolor. También es frecuente notar hinchazón o aumento de tamaño en el testículo afectado. Aunque es normal que un testículo sea ligeramente más grande que el otro, cualquier cambio repentino debe ser motivo de consulta médica.
Otros síntomas incluyen: Sensación de pesadez en el escroto. Dolor sordo en la parte baja del abdomen o en la ingle. Hinchazón repentina del escroto. Molestia o dolor en el testículo o escroto. Agrandamiento o sensibilidad en los senos, causado por desequilibrios hormonales provocados por ciertos tipos de tumores.
Síntomas en etapas avanzadas
Cuando el cáncer se ha propagado, los síntomas pueden volverse más complejos: Dolor en la espalda baja, por afectación de ganglios linfáticos. Dificultad para respirar, dolor en el pecho o tos con sangre, si el cáncer ha alcanzado los pulmones. Dolor abdominal, por crecimiento de ganglios o afectación hepática. Dolores de cabeza o confusión, si hay metástasis cerebral.
Diagnóstico y factores de riesgo
El diagnóstico se realiza mediante examen físico, ecografía testicular y análisis de sangre para detectar marcadores tumorales como la alfafetoproteína (AFP) y la gonadotropina coriónica humana (HCG).
Entre los principales factores de riesgo se encuentran: Tener un testículo no descendido (criptorquidia). Antecedentes familiares de cáncer testicular. Ser hombre joven (entre 15 y 45 años). Pertenecer a la raza blanca.
Importancia del autoexamen
El cáncer testicular no se puede prevenir de manera directa, pero la detección temprana mediante autoexámenes mensuales es clave para un tratamiento exitoso. Los síntomas iniciales incluyen un bulto o hinchazón en el testículo, un cambio en su consistencia, o dolor sordo en el abdomen o la ingle. Si detectas alguna anomalía, es fundamental consultar a un médico de inmediato, ya que un diagnóstico temprano aumenta las posibilidades de cura.
Aunque no todos los especialistas coinciden en recomendar el autoexamen testicular como medida preventiva, conocer el aspecto y tacto habitual de los testículos puede ayudar a detectar cambios sospechosos. Si se percibe alguna anomalía que persiste por más de dos semanas, se recomienda acudir al médico de inmediato.
El cáncer testicular es altamente tratable, incluso en etapas avanzadas. Sin embargo, la clave está en la detección temprana. Estar atentos a los síntomas y consultar a tiempo puede salvar vidas. La salud masculina merece atención constante, y hablar abiertamente sobre estos temas es el primer paso hacia una cultura de prevención.