Este domingo, Taylor Swift abandonó el Allegiant Stadium después de ver ganar a los Kansas City Chiefs con más dinero del que llevaba puesto encima a su llegada. El responsable fue Shaquille O’Neal, que acudió al Super Bowl con un regalo bajo el brazo para ella.
La pasión de la cantante por todo lo que tenga purpurina o brillos es de sobra conocida, y el jugador de baloncesto retirado decidió apostar sobre seguro comprándole un bolso de Judith Lieber en forma de balón de fútbol americano, recubierto de cristales y adornado con el número de camiseta de su novio Travis Kelce.
FOTOS: Taylor Swift y Travis Kelce derrochan amor tras finalizar el Super Bowl
Para ser justos, el obsequio era de parte suya y de su amigo Jamie Salter, CEO de la empresa de gestión de marcas Authentic Brands Group. Los dos pudieron posar para un par de fotos con Taylor, que parecía encantada con su nuevo bolso, y por supuesto también las han compartido en Instagram.
“Finalmente conocí a @taylorswift, espero que te encante el bolso de @judithleiberny. Go KC”, escribió Jamie junto a su publicación.
Dos días antes del partido, la leyenda del baloncesto reconoció que esperaba cruzarse con la cantante de ‘Cruel Summer’ en algún momento del partido. Porque, aunque no lo parezca, Shaq es todo un ‘swiftie’.
“Si veo a Taylor Swift y consigo estrecharle la mano, hacerme una foto con ella, seré feliz. Es una persona fabulosa. Me alegro por todo lo que le está pasando. Y estoy orgulloso de ella. Ha hecho mucho. Sin duda es un icono cultural”.
El bonito regalo de Shaq consiguió aumentar considerablemente el valor del atuendo que Taylor Swift se puso para el evento deportivo del año en Estados Unidos.
La artista apostó por un corsé de Dion Lee, una chaqueta bomber de Erin Andrews y unos jeans de Area, con joyas de la marca Shay adornadas con rubíes. En total, las prendas están valoradas en 52.000 dólares, a los que hay que añadir los 4.250 dólares que cuesta el bolso que le entregó su nuevo amigo.
