Cuando Kim Kardashian empezó a diseñar las piezas de su colección de ropa interior moldeadora, se aseguró de que fuera lo más inclusiva posible, apostando por una paleta de colores que incluyera una amplia variedad de tonos que se adaptaran a todo tipo de complexiones y se disimularán así mejor bajo las prendas semitransparentes.
En su opinión, esa ha sido una de las claves del éxito de SKIMS, que agotó todas sus existencias en una hora tras ponerse a la venta el año pasado, y ha vuelto a seguir esa misma estrategia para el lanzamiento de sus nuevas mascarillas en estos tiempos de pandemia.
Este producto, que ha bautizado como Seamless Face Mask, se presentó el pasado sábado y en cuestión de minutos ya no quedaba ni una sola unidad disponible. Esta semana Kim ha vuelto a reponer existencias pese a que en un principio iba a tratarse de una edición limitada y, de nuevo, han volado en un tiempo récord.
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La novedad de las mascarillas de Kim es que vienen en cinco colores diferentes -Sand, Clay, Sienna, Cocoa y Onyx- para que se disimulen a la perfección sobre el rostro, y cuesta 8 dólares la unidad, 15 los paquetes de dos y 25 los de cuatro.
Kim no es la primera en buscar oportunidades de negocio en la pandemia. Meses antes su excuñado Scott Disick marcó un hit con diseños de sudaderas con la palabra 'Please wash your hands' (por favor lávate las manos), una de las principales recomendaciones para evitar contagios por COVID-19.
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