La cantante Belinda ha vuelto a ser el centro de la conversación pública tras el lanzamiento de su nuevo sencillo "Heterocromía", incluido en su álbum Indómita.
Aunque la artista no menciona nombres directamente, muchos han interpretado la canción como una referencia a su expareja, Gonzalo Hevia Baillères, heredero de una de las familias más influyentes de México.
Y es que el joven empresario tiene esta condición de "Heterocromía", una condición en la que los ojos de una persona tienen diferentes colores.
Las especulaciones sobre la relación entre ambos han cobrado fuerza debido a la letra del tema, que aborda el clasismo y las diferencias sociales.
En redes sociales, Belinda explicó que la canción tiene un mensaje profundo y que busca denunciar el clasismo arraigado en la sociedad mexicana.
La familia Baillères, propietaria de El Palacio de Hierro, es una de las más acaudaladas del país, y se ha rumoreado que nunca aceptaron del todo la relación de Gonzalo con la cantante.
La familia de Gonzalo no quería a Belinda
Según publicaciones en revistas del corazón y portales especializados en celebridades como TVNotas, Quién y Infobae, la familia del empresario no habría visto con buenos ojos el vínculo sentimental, debido al estilo de vida mediático de Belinda y su historial de relaciones con figuras del espectáculo.
“Al parecer, algunos miembros de la familia consideraban que la artista no encajaba con el perfil discreto y reservado que suele caracterizar al entorno de los Baillères”, citó una fuente cercana a la familia consultada por una de estas publicaciones.
Estas versiones apuntan a que las diferencias socioculturales entre ambos mundos —el del entretenimiento y el del empresariado tradicional— habrían generado tensiones internas que afectaron el rumbo de la relación.
Dardos a su millonario exnovio
Aunque ni Belinda ni Gonzalo Hevia se han pronunciado públicamente sobre estas supuestas discrepancias familiares, la artista dejó entrever en Heterocromía cierta crítica hacia un entorno elitista:“Tú eres old money, te dicen Bunny. Y tu palacio me lo paso por el booty”, canta la intérprete en uno de los versos más comentados.
En la canción, Belinda hace referencias a la exclusividad de ciertas marcas y actividades asociadas con la élite, lo que ha llevado a sus seguidores a interpretar que sufrió rechazo por parte de su expareja y su entorno.
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A pesar de la polémica, Belinda ha recibido un gran respaldo de sus seguidores, quienes han viralizado la canción y han compartido sus propias experiencias con el clasismo.
La artista ha dejado claro que su intención es generar conversación sobre un problema social que sigue vigente.
