Más de 1.800 actores, directores y profesionales del cine, entre ellos los españoles Javier Bardem, Icíar Bollaín e Isabel Coixet, firmaron un manifiesto en el que se comprometen a no colaborar con instituciones cinematográficas israelíes “implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino”.
El documento, difundido por el grupo Film Workers for Palestine y publicado inicialmente por el diario británico The Guardian, cuenta también con las adhesiones de Juan Diego Botto, Alba Flores, Luis Tosar y Ana Belén, así como de figuras internacionales como Mark Ruffalo, Olivia Colman, Tilda Swinton, Ava DuVernay y el mexicano Gael García Bernal.
“Como cineastas, actores y actrices, trabajadores de la industria cinematográfica e instituciones, reconocemos el poder del cine para dar forma a las percepciones”, señala el manifiesto, traducido a varios idiomas, entre ellos el español.
“En este momento urgente de crisis, en el que muchos de nuestros gobiernos están permitiendo la carnicería en Gaza, debemos hacer todo lo posible para hacer frente a la complicidad en ese horror implacable”, añade el texto.
Los firmantes aseguran que, inspirados en el boicot cultural a la Sudáfrica del apartheid, se comprometen a “no proyectar películas, no aparecer ni trabajar de ningún modo con instituciones cinematográficas israelíes —incluidos festivales, cines, emisoras y productoras— que estén implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino”.
El comunicado recuerda el dictamen de la Corte Internacional de Justicia, que alertó sobre un “riesgo plausible de genocidio en Gaza”, y anima a otros profesionales del sector a adherirse al boicot siguiendo las directrices de la sociedad civil palestina.
“Defender la igualdad, la justicia y la libertad para todas las personas es un profundo deber moral que ninguno de nosotros puede ignorar. Por ello, debemos pronunciarnos ahora por el daño causado al pueblo palestino”, concluyen los firmantes.
Mark Ruffalo alza la voz contra la hambruna en Gaza: “Esto es un crimen de lesa humanidad”
El reconocido actor estadounidense Mark Ruffalo generó un fuerte impacto en redes sociales hace unas semanas tras publicar un video en el que denuncia la situación humanitaria en Gaza, calificándola como un “crimen de lesa humanidad”.
En su mensaje, Ruffalo condena la hambruna forzada que afecta a miles de familias palestinas, señalando que no se trata de un desastre natural, sino del resultado de decisiones políticas deliberadas.
“Niños y familias se desperdician mientras el mundo mira en silencio”, expresó con profunda indignación. Ruffalo hizo un llamado urgente a los líderes mundiales, acusándolos de complicidad por su silencio e inacción ante lo que considera un genocidio.
“La humanidad exige más de nosotros. ¡HAZ ALGO!”, escribió en su publicación, que rápidamente se viralizó y generó reacciones tanto de apoyo como de crítica. El actor instó a la comunidad internacional a levantar sus voces y exigir el fin de la hambruna, la destrucción y la impunidad.
El video, compartido en sus cuentas oficiales, forma parte de la campaña impulsada por el colectivo @artists4ceasefire, que reúne a artistas comprometidos con la paz y los derechos humanos. Ruffalo se une así a otras figuras del cine como Javier Bardem, quien también ha condenado públicamente las acciones del ejército israelí en la región.
Diversos medios internacionales han recogido las declaraciones del actor, destacando su valentía al abordar un tema tan sensible. La publicación ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de los gobiernos y organismos internacionales frente a la crisis en Gaza, donde la ayuda humanitaria sigue siendo bloqueada y las condiciones de vida empeoran cada día.
La intervención de Ruffalo no solo ha puesto el foco en la tragedia palestina, sino que también ha evidenciado el poder de las voces públicas para movilizar conciencias. Mientras el conflicto continúa, su mensaje resuena como un llamado urgente a la acción, recordando que el arte y la fama pueden ser herramientas poderosas para exigir justicia y dignidad.