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Entierran en Tegucigalpa al primer hondureño fallecido por coronavirus

  • 26 marzo 2020 /

El hombre de 60 años, originario de Villanueva, Cortés, fue llevado bajo fuertes medidas de seguridad de policías y militares.

Tegucigalpa, Honduras

El cadáver del primer hondureño fallecido por coronavirus fue trasladado este jueves desde San Pedro Sula al cementerio Santa Cruz Memorial de Tegucigalpa, salida al norte de la capital, adonde fue enterrado.

El hombre de 60 años, originario de Villanueva, Cortés, fue llevado bajo fuertes medidas de seguridad de policías y militares.

Los familiares del fallecido no tuvieron presencia en el entierro ya que las autoridades de Salud montaron un estricto protocolo para evitar nuevos contagios.

Honduras registra 52 casos confirmados de coronavirus, la mayoría de ellos en el departamento de Cortés y la capital, y rige desde la semana pasada un estado de toque de queda absoluto.

El fallecimiento fue confirmado a periodistas por la directora de la región metropolitana de Salud en San Pedro Sula, Dinora Nolasco, quien dijo que el hombre murió a las 22.40 hora local del miércoles (04.40 GMT de este jueves)

Según detalló Nolasco, se trata de un hombre del municipio de Villa Nueva, en el norte del país, que fue hospitalizado el sábado pasado en el Hospital Leonardo Martínez y que ya padecía de antes una cardiopatía.

El paciente, del que no precisó el nombre, tenía un 'diagnóstico de COVID-19 y presentó una neumonía', explicó la funcionaria de Salud, quien indicó que el barrio donde vivía el fallecido ha sido sitiado por las fuerzas de seguridad.

Días antes de comenzar a tener síntomas, el hombre estuvo en una reunión con otra veintena de personas, de las cuales varios están en vigilancia epidemiológica, agregó.

El vocero del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), Francis Contreras, dijo que el hombre desarrolló una 'neumonía bilateral grave con múltiples infiltrados pulmonares, causando un fallo respiratorio y posteriormente un paro cardíaco'.

Honduras, que registró sus primeros dos casos de COVID-19 el 11 de marzo, se encuentra desde la semana pasada bajo un toque de queda absoluto, con las clases suspendidas desde el día 12 y fronteras, centros comerciales, restaurantes y comercios que no sean de primera necesidad cerrados.

El Gobierno ha reiterado la importancia de que la población se quede en casa para frenar el contagio del coronavirus, por lo que este jueves los militares continúan distribuyendo alimentos a unas 800,000 familias pobres que por la emergencia no pueden a trabajar.