04/12/2025
05:33 AM

Wal-Mart quiere modernizarse y seguir los pasos de Amazon

  • 08 julio 2014 /

Mart tiene estaciones de gasolina y drive-thrus por donde los clientes recogen desde el coche sus compras hechas por Internet.

Nueva York, Estados Unidos.

Pocas semanas después de asumir la presidencia ejecutiva de la cadena minorista más grande del mundo, Doug McMillon se re­unió con los principales gerentes de Wal-Mart y les dio una tarea: leer The Everything Store (algo así como La tienda de todas las co­sas), el libro de Jeff Bezos, el fun­dador de Amazon.com Inc.

Fue una asignación sorpren­dente del líder de una empresa que diseñó hace mucho tiempo una de las fórmulas de negocios más exitosas y la exprimió para generar sólo el año pasado me­dio billón (millones de millones) de dólares en ventas. Según el li­bro de Bezos, el mismo jefe del gigante del comercio electróni­co estudió a Wal-Mart para crear Amazon, poniendo en práctica su credo de actuar rápido y experi­mentar con frecuencia.

Pero ahora, a medida que la diferencia de precios se achica entre Wal-Mart Stores Inc. y sus rivales, el gigante estadounidense afronta el reto doble de una des­aceleración en sus ventas y en su tráfico.

En mayo, Wal-Mart anunció su quinto trimestre consecutivo de ventas negativas en Estados Uni­dos y su sexto trimestre consecu­tivo de desaceleración de tráfico. El rendimiento sobre su inversión cayó a 17% en el año que terminó el 31 de enero, frente a 20% siete años antes. Los resultados débiles produjeron los niveles más bajos de bonificaciones para ejecutivos en varios años.

El minorista también sufre acusaciones de sobornos fuera de EE.UU., y sigue afrontando el escrutinio de los reguladores por las trabas que hay en la compañía a la sindicalización de sus trabaja­dores. Su internacionalización ha tropezado en algunos países pero aún así ha logrado una presencia importante en países como Méxi­co y Canadá.

Para McMillon, que a sus 47 años es el presidente ejecutivo más joven desde el fundador Sam Walton, los problemas del pasado están arrastrando a la compañía de golpe hacia el futuro. Después de asumir las riendas en febrero, McMillon, dicen los ejecutivos de Wal-Mart, ha dado instruc­ciones urgentes para acelerar nuevos conceptos de tiendas y estrategias en línea en un inten­to por recuperar la participación de mercado que le han arrebatado rivales de peso como Amazon y tiendas baratas que se expanden con rapidez.

Es una tarea enorme. “Necesi­tamos movernos rápido”, dijo el presidente ejecutivo en una re­unión con accionistas de la em­presa en junio. “Es por eso que estamos probando tantas nue­vas ideas”.

Ni siquiera la velocidad ni la imaginación podrían ser suficien­tes para producir un cambio signi­ficativo para la mayor empresa de EE.UU. por ingresos. Para alcan­zar un crecimiento de 1% en sus ventas en cualquier año, el titán del negocio minorista tendría que generar US$5.000 millones en ventas adicionales.

La recesión de EE.UU. produjo cierto alivio, cuando los compra­dores ajustados salieron en busca de grandes descuentos. Pero los consumidores de bajos ingresos de Wal-Mart han tenido dificultad para recuperarse.

Algunas de las iniciativas del minorista, desde nuevos forma­tos de tiendas hasta un cambio en los modelos de precios, guardan poco parentesco con el Wal-Mart que favorecía las tiendas grandes y cuos precios eran “siempre ba­jos”.

Este año, por primera vez en su historia, Wal-Mart abrirá más tiendas pequeñas y locales al es­tilo de bodegas que supermerca­dos. Las tiendas funcionan tam­bién como estaciones de recogida de artículos comprados por Inter­net.

Wal-Mart también espera du­plicar sus ventas de licores para 2016, y evalúa planes para cons­truir licorerías independientes en estados como Florida, que prohí­be las ventas de bebidas alcohóli­cas dentro de supermercados, se­gún empleados de la compañía.

A diferencia de sus predeceso­res, McMillon valoró el comercio electrónico desde temprano. Es por ello que algunos de los cam­bios más transformadores se manifiestan en línea, donde Wal- Mart ha sido particularmente gol­peado por la extensión y los mo­delos de precios de Amazon.

En su sitio web, Wal-Mart ha silenciosamente eliminado su mo­delo de “precios bajos todos los días”. En cambio, está usando un sistema de “precios dinámicos”, similar al de Amazon, que cambia precios con frecuencia según las circunstancias. El inventario ofre­cido en línea ahora también inclu­ye productos de alta gama como anteojos Nike de US$146 y refri­geradores de vinos que cuestan más de US$2.500, artículos que podrían atraer al comprador que nunca ha ido a un Wal-Mart.

Otra característica de Ama­zon replicada por Wal-Mart es la “oferta del día” y la “oferta de la hora” con un cronómetro y todo.

Según datos de Internet Re­tailer, las ventas de la cadena por Internet en el año que termi­nó el 31 de enero subieron 30% a US$10.000 millones. Amazon, en comparación, registró un avance de 20% sobre US$68.000 millones en ingresos de ventas durante el año que terminó el 31 de diciem­bre.

Wal-Mart invirtió US$500 mi­llones en comercio electrónico en los 12 meses que terminaron el 31 de diciembre y planea gastar otros US$150 millones este año.

Algunos analistas se pregun­tan si las tiendas más pequeñas y las ventas en línea no termina­rán canibalizando el negocio tra­dicional de Wal-Mart y haciendo mella en sus ganancias. Otros, sin embargo, creen que los cambios apuntan al largo plazo.

“Doug no está allí para generar las ganancias del próximo trimes­tre o el próximo año”, dijo Scott Mushkin, analista de Wolfe Re­search. “Está allí para conducir a Wal-Mart al siglo XXI”.

Wal-Mart estudia el libreto de Amazon para modernizarse

Mart tiene estaciones de gasolina y drive-thrus por donde los clientes recogen desde el coche sus compras hechas por Internet, como los que ya operan en tiendas de prueba en algunos estados de EE.UU.

Al tiempo que supervisa la transformación, McMillon no pue­de descuidar problemas preexis­tentes, incluidos la investigación en supuestos sobornos pagados en México y las quejas constantes de que la empresa paga mal a sus 1,4 millones de trabajadores en EE.UU. Wal-Mart asegura que el sueldo de US$11,81 por hora está en línea o por encima de lo que pagan sus rivales.

Aparte, aseguró que está cooperan­do con las investigaciones federales y que realiza sus propias pesquisas internas. McMillon empezó a tra­bajar Wal-Mart cuando tenía 16 años, descargando cajas en un cen­tro de distribución. Según colegas, logró trenzar una red de contactos en Wal-Mart porque asistía a la mis­ma iglesia que muchos ejecutivos de la compañía.

A los 38 años ya era presidente ejecutivo de Sam’s Club, la división de hipermercados de Wal-Mart, y estuvo a cargo del departamento de almacenes con ingresos de US$37.000 millones. Cuatro años más tarde era jefe de la división internacional.

Wal-Mart no permitió que el presidente ejecutivo fuera entre­vistado para este artículo.
A pesar de sus problemas, Wal- Mart sigue siendo una fuerza fi­nanciera formidable con enormes recursos para invertir en su rein­vención. La empresa añadió alre­dedor de US$70.000 millones en ingresos en los últimos cinco años, más o menos las ventas de empre­sas del tamaño de Johnson & John­son o PepsiCo Inc.