Desde este lunes, los productores hondureños podrán vender normalmente sus lácteos a El Salvador.
El conflicto comercial de hace varios meses tuvo final ayer con la firma del acuerdo por parte de las comisiones técnicas binacionales, que analizaban en El Salvador el reingreso de los lácteos catrachos.
Jacobo Regalado, ministro de Ganadería, anunció, ayer que “el acuerdo se fundamentó en el reglamento técnico centroamericano, con lo cual se suspenden los muestreos en las aduanas, para los productos lácteos hondureños”.
El ministro dijo que su homólogo Guillermo López Suárez le expresó su satisfacción al resolver este problema, que significa que retomarán el comercio normal de lácteos entre ambos países. Según Regalado, a nivel regional, El Salvador es el principal socio con el sector ganadero”.
Heriberto Amador, director de Senasa, indicó, que “uno de los puntos más importantes que se logró en el proceso de negociación es la flexibilización de la medida de muestreo sólo en frontera, reduciendo los tiempos de espera y obteniendo resultados más confiables sin costo adicional pudiéndose realizar la petición del exportador”. Añadió que harán una aplicación inmediata de límites de criterios microbiológicos centroamericanos con la reducción de métodos de análisis innecesarios y los costos que generan.
Según las autoridades de la Secretaría de Ganadería, esto es sólo el inicio de un proceso de reevaluación del monitoreo aleatorio basado en los principios de análisis de riesgos y trato nacional reduciendo muestreos a los establecimientos tras una evaluación de forma individual. El presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, también manifestó su satisfacción con este arreglo pacífico, porque así “habrá mayor flujo comercial y se unirán más los lazos entre ambas naciones para promover un comercio justo”.
Recuperarán lo pérdido
Leopoldo Durán, presidente de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras, Fenagh, reiteró que “en los últimos seis meses las pérdidas ascendieron a más de 240 millones de lempiras, y que se dejaron de comercializar cien mil litros de leche”.
A criterio de Durán, con este acuerdo, los productores volverán a obtener ingresos. “Son más de 300,000 familias hondureñas que dependen del sector ganadero y ahora será tiempo para recuperar lo pérdido”. Otro dato resaltado es que se evitaron tomar medidas de presión, como tomas de fronteras, que no sólo bloquearían la parte láctea, sino el comercio en general de otros productos.
Avicultores inconformes
Se anunció la aprobación de un nuevo protocolo de certificación de compartimentos para las importaciones de pollitas y huevos, propuesto por Honduras en forma íntegra, mismo que fue aceptado por las autoridades de El Salvador, garantizando mantener el estatus sanitario avícola hondureño.
Según Senasa, Honduras no permitía el ingreso de huevo y pollitas salvadoreñas, porque estaba salvaguardando su patrimonio sanitario, ya que el territorio nacional fue declarado libre de influenza aviar y otras enfermedades avícolas desde hace más de una década.
“La industria avícola nacional ha hecho grandes inversiones a lo largo de varios años y es nuestra responsabilidad apoyarlos para que Honduras pueda convertirse en el segundo país de América Latina en exportar carne de pollo a Estados Unidos”, enfatizó el ministro.
Mientras tanto, el sector avícola no está conforme con la decisión tomada y pedirán un informe detallado a las autoridades de Senasa. Jorge Ulloa, presidente de la Asociación de Avicultores de Honduras, aseguró que “tenemos que conocer los alcances del acuerdo, porque según entendimos nunca estuvo en discusión el hecho de dejar entrar lácteos a cambio de huevos y pollitas”.
