A presiones políticas por no prestarse a actos de corrupción, y no al incumplimiento de las metas de recaudación, como lo dijeron las autoridades de la DEI, atribuyó la ex administradora de la aduana de Puerto Cortés, Rosa Durón, su destitución de ese puesto en una comparecencia en el programa Frente a Frente del periodista Renato Álvarez.
La profesional en administración aduanera llegó al cargo luego de un concurso público hecho entre 2006 y 2007, convocado por la Comisión Interinstitucional para la Modernización del Sistema Aduanero, Ceinsa. De marzo de 2007 a enero de 2008 fue asignada a El Poy, luego a Trujillo hasta mayo, a Las Manos hasta diciembre de 2008, todo 2009 estuvo en Guasaule y del 13 de enero al 26 de julio fue asignada en Puerto Cortés. “Hay muchas presiones en esa aduana, meramente políticas. Viví una serie de incidentes, todos relacionados con políticos”.
El primero fue en abril “cuando enviaron a dos personas como asistentes de la administración -un puesto que no existe en la DEI-. Estas personas habían sido destituidas por malos procedimientos. En ningún momento fueron nombrados en papel, sólo me dieron la notificación de palabra, y por eso no fungieron como tales. Los acepté porque fue una orden del director regional de la DEI en San Pedro Sula, Bryan Steer. Envié un informe a mis superiores -Miguel Mejía, director de aduana- pidiendo aclarar esa situación y que explicaran hasta qué punto esas personas tenían injerencia; pero no me respondieron. Sólo me dijeron que era una comisión y que les diera apoyo. Por eso nunca estuvieron dentro de la administración. Ellos querían usar procedimientos fuera de lugar. Por eso tuvimos roces con ellos”.
El vehículo
Otra anomalía, según Durón, quien no señaló nombres por su seguridad, vino con el artículo 5 de la Ley de Equilibrio Financiero, el cual establece que se autorice el ingreso de vehículos importados en el país. No pueden tener más de 10 y 13 años de antigüedad, dependiendo del modelo.
“Hubo una llamada de un alto funcionario pidiendo que lo dejara entrar un modelo 1973 que había sido rechazado. Me dijeron que, si les ayudaba, no iba a tener problemas con mi trabajo. Me negué porque eso me iba a traer problemas legales más adelante. Le envié un correo a Mejía, pero no hubo repuesta. Cuando me sustituyeron, el carro seguía en Puerto Cortés”.
Otro caso tuvo que ver con un contenedor vacío que salía por el portón 14 de la aduana sólo con una nota de la Empresa Nacional Portuaria que lo estaba dando en donación a la Facultad de Química y Farmacia de la Unah-vs. “Paramos el contenedor porque la Portuaria no era dueña del contenedor y le pedimos que acreditaran la pertenencia con una póliza de nacionalización, ya que la empresa dueña se fue del país el año pasado y los dejó. Entonces los costos portuarios son altos y la naviera los dio en parte de pago, lo cual también estuvo mal porque debió hacerse una subasta pública. Me llegó una comisión de la Portuaria, muy molestos y diciendo que con nosotros no podían trabajar. Hasta el momento de mi separación no habían acreditado nada”.
El Porsche
Durón explicó que existieron fuertes presiones por el Porsche importado por un diputado liberal, que se quedó en aduana debido a que el plazo para desaduanaje, usando una dispensa, había vencido. “Además, primero se presentaron documentos a nombre de la empresa importadora y luego de una dispensa”.
El lunes 2 de agosto, “el licenciado Mejía me llamó para decirme que fuera a recursos humano, donde me iban a dar el trato que me merecía. Entonces me cancelaron porque ya no necesitaban mis servicios, lo que significaba que el puesto ya no existía, aunque eso no es así. Y si fuera por malos resultados en la recaudación, ¿por qué no se ha separado a los demás administradores que no han cumplido las metas?”.
“Soporté todo por mi carácter y porque necesitaba el trabajo que me apasiona. Sin embargo, estoy indignada y más que todo decepcionada”, concluyó.
Privatizar
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Santiago Ruiz, señaló que es lamentable el grado de corrupción en las aduanas, por lo cual se proponen medidas radicales para elevar la recaudación y mejorar el servicio para los empresarios. “Las aduanas han sido un botín de guerra preciado para quienes invierten en política porque tienen su feudo en cada zona donde hay una aduana. Por eso sugerimos tercerizarlas y nos extraña cuando se dice que es como darle la zanahoria al conejo, porque no estamos hablando de que sean manejadas por el sector privado hondureño porque habría suspicacias y no hay suficiente especialización acá.
Debe ser gente especializada y ojalá no sean consultorías que se quedan en papel mojado, sino algo licitado y bien hecho”, recalcó. “Si queremos cambiar el problema, en el que hay presiones bárbaras por la cantidad de dinero que se mueve, se necesita voluntad política para que el país avance”.
