04/12/2025
03:46 AM

Los beneficios de apoyar a los empleados tecnológicamente rebeldes

En la mayoría de las compañías, lo que deberían ser tareas sencillas, como hacer un pe­dido por Internet, una reserva o incluso enviar un co­rreo electrónico, resultan bizanti­nas comparado con lo que pode­mos lograr por nuestra cuenta.

Nueva York, Estados Unidos.

¿Quiere ser más competitivo? Entonces deles más poder a sus empleados tecnológicamente re­beldes.
Si usted es como yo, lo prime­ro que hace al incorporarse a una nueva organización es tratar de encontrar la manera eludir la pe­sadilla del sistema informático de su empleador.

Seamos sinceros, en la mayoría de las compañías, lo que deberían ser tareas sencillas, como hacer un pe­dido por Internet, una reserva o incluso enviar un co­rreo electrónico, resultan bizanti­nas comparado con lo que pode­mos lograr por nuestra cuenta.

Esto ayuda a explicar por qué 80% de las personas que trabajan para compañías con más de 1.000 empleados evitan al departamen­to de tecnología de la información y utilizan (o hasta compran) soft­ware que está principalmente en la nube, según un estudio de la fir­ma de investigación de mercado Frost & Sullivan.

Hay muchos nombres para este fenómeno, pero mis favoritos son aquellos que lo hacen ver como si descargar Dropbox o utilizar Goo­gle Docs fuera comprar armas de traficantes: Shadow IT (TI en la som­bra) o el menos conocido Rogue IT (TI clandestino).

Quizás alguna vez existió una época feliz en la que los ingenieros de sistemas se preocupaban prin­cipalmente por que los emplea­dos fueran más efectivos, pero en esta era de cada vez más regula­ción, violaciones de seguridad y espionaje industrial, la principal tarea de un director de informá­tica en la mayoría de las compa­ñías es mantener los datos de los clientes lejos de los hackers y la propiedad intelectual fuera del al­cance de rivales.

Como podría imaginarse, a los directores de informática no les hace ninguna gracia que la mayoría de los empleados guarden datos po­tencialmente sensibles en aplicacio­nes en la nube accesibles a través de la web quizás totalmente desconoci­das para ellos.

Pero hay un detalle: las empresas que más restringen la tecnología externa son las que más ceden ventaja competitiva a aque­llas que dejan que sus empleados to­men sus propias decisiones respecto a lo que necesitan para cumplir con su trabajo.

Por supuesto, no es que las empresas tengan muchas alter­nativas.
Según mi investigación, en el momento en que un grupo recibe la prohibición de usar una herra­mienta útil como Dropbox, otro empezará a usarla.

Los empleados simplemente quieren hacer su trabajo, y si el de­partamento informático de su em­presa no se mueve con rapidez, ¿de quién es la culpa? Este es un ejemplo típico de cómo la tecnología de la informa­ción en la sombra hace que la gente sea más productiva: muchas com­pañías aún controlan el acceso a los archivos que los empleados pueden compartir entre sí al guardarlos de­trás de un firewall corporativo, o terminales que el departamento de tecnología de la información con­trola directamente.

Los problemas con este método son infinitos: los empleados deben conectarse a la red de la compañía para acceder a los archivos.

Cuando trabajan de manera remota tienen que acceder al ma­terial a través de una “red priva­da virtual” (VPN), que puede ser engorrosa.

Las opciones en la nube como Box, Dropbox y otras permiten a los empleados seguir todos los cambios que otros han hecho.

Muchas aplicaciones en la nube también permiten colaboración en tiempo real. Google Docs deja que muchas personas escriban y editen en un mismo documento de mane­ra simultánea, y Lucidpress permite que múltiples usuarios diagramen y diseñen un mismo documento.

Los servicios que los empleados han descubierto son mucho más ba­ratos que el software corporativo tradicional de firmas como Micro­soft, Oracle y SAP.

Las implicaciones para los fa­bricantes de software corporativo tradicional, que se acostumbraron al modelo en que los empleados no tienen más opción que usar cual­quier software que su compañía compre, son enormes.