05/12/2025
12:10 AM

Las cámaras inteligentes dan nueva vida a las fotos en la web

Las cámaras más costosas son donde las grandes fotos van a morir.

Nueva York, Estados Unidos.

Todos hemos presenciado esta epidemia tecnológica: llevamos una cámara profesional a un paseo para despertar ese fotógrafo que tenemos adentro. Luego llegamos a casa, pero nos olvidamos de des­cargar todas esas fotos maravillo­sas que tomamos. O peor, nuestros amigos ya han inundado Facebook con sus fotos hechas con celulares y ya no nos molestamos en bajar las nuestras porque, aunque superio­res, creemos que ya es tarde.

Este tipo de situaciones ha creado una crisis para las cáma­ras digitales. Las ventas globales de estos aparatos han caído a casi la mitad desde 2010, según la Camera & Imaging Products Association.

Los fabricantes de cámaras es­tán sintiendo al fin la amenaza del smartphone: los modelos más mo­dernos pueden transferir de mane­ra inalámbrica fotos a celulares o ta­bletas, desde donde se puede editar y compartir las tomas de manera instantánea. La mayoría permite incluso ver a través del visor de la cámara de manera remota desde un teléfono, lo que es perfecto para cuadrar tomas grupales.

Probé las capacidades ina­lámbricas de cámaras de precios medios de Canon, Leica, Nikon, Samsung y Sony con teléfonos Android y iPhones.

Hay muchos factores para tomar en cuenta a la hora de escoger una cámara, especialmente la calidad de la imagen y el precio. No obstante, hemos llegado a un punto en que es necesario considerar también la co­nectividad y su facilidad de uso. To­das las cámaras que he menciona­do permiten transferir imágenes de manera inalámbrica a un teléfono, pero no todas lo hacen facilmente.

Las cámaras más “inteligentes” que encontré fueron las de Samsung. La NX30, de lentes intercambiables y que se vende por US$1.000 (todos los precios son en EE.UU.) tiene una pantalla táctil que permite seleccio­nar fotos y teclear fácilmente, e in­cluye la tecnología inalámbrica NFC para acelerar la conectividad con un teléfono. También puede hacer más sin un smartphone que sus rivales, incluyendo enviar fotos por e-mail o subirlas directamente a Facebook, Flickr y Dropbox.

Samsung lleva la delan­tera porque hace dos años incorporó su división de cá­maras en su negocio de te­léfonos. La Galaxy Camera (la más nueva vale US$450) es prácticamente un apara­to Android con pantalla táctil con un lente grande con zoom de 21X.

Sony también está proban­do formas de aprovechar el smar­tphone: su QX100, con un lente de calidad SLR con un sensor incor­porado que cuesta US$500, pue­de adherirse a la parte delantera de cualquier teléfono inteligente, utilizando su pantalla y conexión inalámbrica para sacar fotos y compartirlas.

Estas “frankencámaras” son ex­perimentos interesantes, pero sigo creyendo que las buenas cámaras tienen su propia razón de ser. La NX30, al igual que los otros mode­los que probé, no intenta ser un telé­fono o una tableta, pero sí quiere ser la mejor amiga de tu teléfono.

Transferir fotos es similar en to­das las cámaras, pero así es como funciona en la NX30: se descarga una aplicación gratuita en el teléfo­no o tableta. Luego se activa el Wi- Fi de la cámara. Tanto la Samsung como la Leica C ofrecen botones fí­sicos para eso; las otras requieren navegar los menús del software.

El truco está en emparejar el teléfono y la cámara. Usualmente hay que seleccionar la red inalám­brica de la cámara en las funcio­nes del teléfono, y hacerlo cada vez que uno quiera conectarse. Sin embargo, si tiene un teléfono Android con tecnología NFC, sin­cronizar con la Samsung, la A6000 de Sony y la Leica es más fácil; sólo tiene que acercar el teléfono a la cá­mara. Los iPhones no tienen NFC, así que emparejar los aparatos es más engorroso.

Dentro de la aplicación Smart Camera de Samsung en su teléfo­no, las vistas previas de todas sus fotos en la cámara se cargan rápida­mente. Basta con hacer clic en cada foto para descargarla a la galería del teléfono. En mi prueba, pude trans­ferir y publicar fotos rápidamente en mi cuenta en Facebook.

La aplicación de teléfono de Samsung es suficiente para trans­ferencias básicas de imágenes, aun­que me gustaría que ofreciera vistas previas más grandes de las fotos. El sistema de Canon es más difícil de configurar, pero la aplicación Came­ra Window permite revisar vistas previas grandes (y hasta hacerles zoom) antes de decidir qué trans­ferir.

También se puede borrar fotos de la cámara, calificarlas con estre­llas y hasta enviarlas por e-mail. La cámara de Samsung puede transfe­rir las fotos al teléfono en tiempo real a medida que las toma, algo que la Leica C también ofrece.

Algunas empresas están dando en el clavo: cualquier ayuda que puedan proveer para descargar las fotos de las cámaras hace que ambas sean más valiosas.