El 2015 se cerró con unos 3,730 millones en envíos de remesas, pero el panorama podría no ser tan bueno este año, advierten autoridades del Banco Central de Honduras (BCH).
El ingreso de divisas se ve perjudicado por la caída en los precios de algunos de los principales productos hondureños como el café, el aceite de palma y el azúcar.
Aunque el crecimiento del 8.1% en los envíos de remesas desde el exterior es algo positivo, Manuel Bautista, presidente del BCH estima que ese crecimiento se podría reducir a 5 o 6% en 2016, lo que representa unos 200 millones de dólares menos.
La necesidad de divisas se ha visto suavizada por la caída de los precios del petróleo y un más que aceptable desempeño del sector turístico, pero un fuerte flujo de dólares nunca está demás en vista de que contribuye a mantener estables los tipos cambiarios y reduce las presiones inflacionarias.