A finales de la década de 1980 Motorola enfrentó una amenaza importante para su negocio de telefonía celular en rápido crecimiento. Los rivales estaban desarrollando tecnología crítica para reemplazar el estándar analógico existente.
¿Motorola debía seguir enfocado en lo analógico o cambiar a lo digital?
Los ingenieros de la compañía se inclinaron de lleno al lado analógico.
Lo digital, según señalaron, era inferior a lo analógico como medio para transmitir audio.
Esos ingenieros no pudieron ver que, para la mayoría de los escuchas, las ventajas de la tecnología digital superaban por mucho las pérdidas a menudo indetectables ocasionadas por la digitalización. Eran expertos en tecnología analógica, por lo que fue más fácil ver las desventajas que las ventajas.
El resultado fue que Motorola perdió el liderazgo de la propia industria que había inventado en 1973.
Un reto equivalente hoy día se vislumbra con la impresión 3D, o con la “manufactura aditiva”.
Esta joven tecnología también tiene algunas desventajas en comparación con la manufactura “sustractiva” convencional.
Pero la versatilidad que ofrece con el tiempo la convertirá en la opción preferida en muchas industrias.
Y las oportunidades para reducir costos de inventarios y ganarse un precio extra por personalización a menudo compensan los costos directos más altos de la impresión 3D.
Para ayudar a que su compañía empiece a hacer el cambio:
1. Reúna su conocimiento de afuera. No dependa exclusivamente de sus ingenieros de la casa; algunos de ellos probablemente sean guardianes del statu quo.
Contacte proveedores de impresoras y software de manufactura aditiva para ver qué es lo que ya hay para la categoría de sus productos.
Incluya a los ingenieros de su personal en los equipos de aprendizaje, pero asegúrese que no dominen la discusión.
2. Avance pasito a pasito. Forme experiencia y reduzca resistencia interna con experimentos graduales, explorando y ajustándose a nuevos desarrollos tecnológicos a medida que avance.
Proyecte confianza en el sentido que los obstáculos se solucionarán con el tiempo.
3. Enfóquese y jerarquice. Empiece primero con las posibilidades de manufactura aditiva más prometedoras y factibles, y sume éxitos chicos. No espere una secuencia de desarrollo cuidadosamente planificada porque la tecnología y los ecosistemas de la industria aún se están desarrollando.
4. Mantenga un ojo en el largo plazo. La meta es modernizar la cadena de valor y ecosistema de su firma para reducir el costo total.
Busque oportunidades para apoyar una plataforma de software emergente o mejor tecnología de impresión, con la meta de largo plazo de crear un sistema de manufactura integrado basado en impresión 3D.
Con estímulo suficiente, verá emerger en su organización defensores de la impresión 3D.
Algunas personas (y compañías) no aceptarán a tiempo la tecnología y serán pasadas. Si tiene en mente a Motorola, no será una de ellas.
(Richard D’Aveni es titular de la Cátedra de Estrategia Profesor Bakala en la Escuela de Negocios Tuck, del Colegio Dartmouth).