Dinero & negocios
Tegucigalpa, Honduras.
El joven empresario Frank Paz creció en el mundo de las motocicletas. Su padre, del mismo nombre, trabajó por más de tres décadas para una de las principales empresas que en el país se dedicaban a comercializar los automotores.
De allí nace su pasión por las motos y la industria, a la que ha estado ligado desde los 17 años. Inició ayudando a su padre en la comercialización y venta de servicios y repuestos en un negocio familiar, Intermotos, lo que le permitió conocer cómo se movía el mercado.
Intermotos se crea en 1999 como un centro de servicios y venta de repuestos y accesorios con sede en Tegucigalpa.
Así se mantiene en el mercado hasta el año 2005, cuando se vende en el mercado nacional la primera motocicleta marca KMF que él mismo diseñó, teniendo como principio algunas especificaciones de alta calidad y seguridad que consideraba imprescindibles para el mercado nacional. “KMF es una marca 100% hondureña.
Es una moto que ha sido diseñada con base en nuestras exigencias. Es un automóvil de alta calidad con un diseño bonito con altos soportes en el área de servicios y de repuestos”, dijo Paz.
Hoy en día son siete modelos de motocicletas que están siendo producidos en las ciudades de Qingdao, un puerto en la provincia de Shandong, y Chongqing, en la República Popular China, casualmente la misma provincia donde triunfa otro hondureño (Christian Umaña) con la fabricante de celulares Amgoo.
¿Y cómo llega a China?
Paz expresó que el sueño de producir una motocicleta con especificaciones propias comenzó a hacerse realidad en una feria internacional relacionada con la industria a la que asistía en la ciudad de Indianápolis, Estados Unidos.
La idea caló casi de inmediato, ya que el fabricante con quien proyectaba su alianza era, en aquel entonces, un fabricante pequeño en busca de aliados en la región.
Durante todo el año 2004 se dedicaron a concretar la idea, hacer los diseños, los prototipos de la motocicleta, realizar las pruebas y, lo más importante, crear la marca.
Así nació KMF, la marca que empezó a rodar en las calles y carreteras de Honduras el 1 de octubre de 2005, un producto de alta calidad y altos estándares de seguridad.
La primera motocicleta -de un total de 32 que conformaban el primer lote- se vendió a un precio de 38,000 lempiras. No era barata, reconoce Paz, pero era un precio acorde al mercado y los costos de producción de la misma. Desde entonces a la fecha se ha avanzado mucho en el proceso.
Ahora se producen siete modelos, con altos estándares de calidad, que aseguran el buen funcionamiento en cualquier tipo de carreteras y caminos del país, expresó Paz. “Son motocicletas todo terreno”, apunta.
El nombre se lo puso su padre, teniendo como referencia el nombre de una famosa marca de repuestos que en ese momento se comercializaba en la región centroamericana.
¿Por qué no una franquicia?
Dijo que no se decidió por una franquicia porque estaba consciente de que él era un empresario pequeño con muy pocas posibilidades de sobrevivir en el mercado.
“Y como yo ya tenía cierto conocimiento de ese manejo, ya contaba con esa especie de presión, me di cuenta de que si quería lanzarme a algo, tenía que ser algo que yo controlaba al 100%”.
Entonces así nace KMF, que no es una franquicia, es una marca comercial mía, la que se logró conformar por la ayuda divina de Dios, que alinea todas las estrellas a favor de uno, porque logré encontrar un fabricante que estaba dispuesto a empezar una relación con una compañía pequeña acá, ya que ellos eran pequeños en ese tiempo, un fabricante que entendió y creyó en mi proyecto, más la pasión que yo le metí al proyecto, lo que hace es que pueda lanzar una marca”.
De allí me fui a China para trabajar con el fabricante, ver los modelos que ellos diseñaban, proponer los cambios que yo requería, y así nacemos, así hemos logrado conformar una carpeta de siete modelos diferentes de la marca, y de los cuales el modelo más vendido es el ZX150L, un modelo que ya tiene tres años de estar en el mercado nacional.
¿Quién es?
Frank Paz Ruiz es un joven de 37 años que realizó sus estudios secundarios en la Escuela Elvel de Tegucigalpa. Hizo estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), los que abandonó para dedicarse de lleno al negocio.
“Yo nazco en este medio porque esta es mi pasión. Entonces empecé un proyecto en 1999 que era un centro de servicios, pues yo participaba en competencia de motos y tenía un taller que le daba servicio a la gente que participaba en competencia, y ya en 2005, me lanzo a la comercialización de motocicletas como tal y hago el proyecto de KMF como tal”, recuerda.