Dinero & negocios
Tegucigalpa, Honduras.
Dirige una organización que cuenta con 95,000 alumnos, repartidos en 75 campus y entidades en 29 países de Europa, América, África y Asia. La primera universidad de Laureate International fue la Europea, que hoy cuenta con más de 16,000 alumnos en Madrid, Valencia y Canarias. Llegó a Honduras tras la compra de Unitec y Ceutec.
Su presidente Douglas Becker es considerado un gurú del mundo educativo, pues logró que Sylvan Learning Systems, empresa líder en tutorías para el nivel básico de educación, se extendiera a la educación superior en 1999. El negocio de tutorías de Sylvan fue vendido en 2003 para permitirle a Laureate enfocarse en la educación superior. Becker se refiere a la educación superior en Latinoamérica.
¿Cuál es su idea de universidad?
Que sea muy práctica: muy centrada en el empleador y en lo que necesita de sus empleados, y muy internacional. Tratamos de demostrar que estas ideas pueden funcionar y que la innovación en la universidad es muy poderosa.
¿Por qué empezaron en España?
Nuestra idea era tener una red global. Para eso necesitas una lengua. Los países de habla inglesa tienen la mejor educación superior: no necesitan más ayuda. Parecía lógico empezar con el español. Y teníamos que comenzar en España. Sentíamos que seríamos más respetados en Latinoamérica si llegábamos con un programa español. Esta fue la teoría. A veces las teorías no funcionan. En esta ocasión ha funcionado muy bien.
Los profesores latinoamericanos suelen decir que los estudiantes cada vez llegan peor preparados a la universidad, ¿es cierto?
Sí. Es un problema en todo el mundo. En nuestro caso, si un estudiante no va a tener éxito en nuestra universidad, tratamos de no aceptarle. Si pensamos que podemos darle alguna ayuda extra para remediar lagunas, lo haremos. Un ejemplo: en México tenemos escuelas de secundaria. Los estudiantes pueden ir a ella antes de optar por nuestra universidad. Allí tenemos alrededor de 30,000 estudiantes.
A los padres les gusta porque estiman que estudiar en nuestro campus es seguro y que sus hijos saldrán mejor preparados para la siguiente etapa educativa. La mitad de nuestros estudiantes de secundaria pasan luego a la universidad. Ninguna otra institución actúa de este modo.
Nuestra idea de ser innovadores y receptivos nos ha llevado a pensar en esta solución. No lo hacemos en otros países. En muchos no es necesario.
¿Qué opina de los rankings educativos?
Los rankings globales incluyen algunos parámetros muy ineficientes. Especialmente, alrededor de la financiación de la investigación.
Los rankings están elaborados en torno a ideas elitistas: investigación e inversión por parte del Gobierno; si los profesores dan pocas horas de clase, por qué han de dedicarse a publicar...
Presidente y fundador de Laureate Education, Inc. Becker dirige la compañía desde 1991, cuando ostentaba el nombre de Sylvan Learning Systems.
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¿Educación privada o pública? ¿Qué prefiere?
La privada es más flexible y exigente con los objetivos que se plantea la institución. Si uno hace mal su trabajo, se le despide. La pública tiene un papel importante: hay estudiantes que nunca podrán permitirse la enseñanza privada.
Siempre deberá haber universidades públicas, pero deberían mejorar la medición de sus resultados. Es muy habitual que el Gobierno les dé dinero y se olvide: tendría que mejorar la exigencia, para que los políticos y la sociedad vean el retorno de su inversión.
También pienso que debería cobrar más. Ayudaría a su presupuesto y a su mentalidad. En EUA cuestan miles de dólares. Los alumnos las pagan con préstamos.
Los profesores ven como una suerte que elijan sus universidades. Si no cobra, la pública puede pensar que hace un favor a los alumnos.
En algunos países cambian las leyes educativas con mucha frecuencia, ¿es positivo?
No es bueno que la ley cambie por razones políticas; si se hace porque los tiempos varían, es normal. Puede que se hayan cometido errores, pero es saludable que el Gobierno modifique las leyes periódicamente.