La devaluación del Tipo de Cambio de Referencia (TCR) del dólar se ha mantenido de forma sostenida durante 2025, aunque con una ligera atenuación en los últimos meses debido a apreciaciones recientes.
El precio de la divisa estadounidense se encareció hasta el 31 de octubre en 91.44 centavos, al pasar de 25.3800 a 26.2944 lempiras, lo que representa un incremento acumulado del 3.60%, según cifras del Banco Central de Honduras (BCH).
Al cierre de septiembre, la depreciación del lempira frente al dólar sumaba 78.96 centavos (3.11%). El 14 de mayo se superó la barrera de los 26 lempiras por dólar en términos de venta, y el 4 de junio el mismo valor se alcanzó para la compra.
Sin embargo, desde mediados de 2025 se ha observado cierta volatilidad en el TCR, con apreciaciones registradas en las subastas de divisas del Banco Central.
Efectos en la economía hondureña
“El encarecimiento del precio del dólar y debido a que Honduras es un país importador neto, al aumentar el precio del dólar aumentan los precios internos de los productos y servicios, ya que se necesitan más lempiras para comprar la misma cantidad de productos importados”, explicó Liliana Castillo, expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).
Agregó que “estas depreciaciones del tipo de cambio tienen el propósito de equilibrar la balanza de pagos, pero si hay suficiente cantidad de dólares y se logra bajar el nivel de inflación, posiblemente se logre estabilizar gradualmente el tipo de cambio”.
Entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre, el lempira mostró una leve recuperación de 0.04 centavos, con tres jornadas consecutivas de apreciación impulsadas por diversos factores.
“Ha habido ingresos extraordinarios de divisas por mejores precios de las exportaciones de café, mayores ingresos por remesas familiares, desembolsos de préstamos externos y una reducción en las importaciones de combustibles”, detalló Castillo.
También indicó que la adjudicación entre el 98% y 100% de las ofertas en la subasta de divisas ha favorecido la revalorización del lempira, aunque no en la misma magnitud que las depreciaciones previas.