Un aficionado minúsvalido aprovechó el pitido final para mostrar su descontento con el árbitro pero cruzó la línea del respeto. El hombre no tuvo reparos en introducirse en el terreno de juego a los manos de su cochecito, y persiguió al colegiado con el fin de atropellarlo.
Primero intentó embestirle por la espaldad, pero este se pudo zafar y miró intensamente al agresor. Sin embargo, cuando el árbitro ya encaraba el túnel devestuarios, el aficionado aceleró para agredirle, y el juez se enfadó considerablemente.
Las faltas de respeto en el fútbol están cada día más de moda, después de que los ultras del Olympique de Marsella recibiesen a su exjugador, Mathieu Valbuena, con un muñeco suyo ahorcado.