Medellín, Colombia.
JUGADORES SOBREVIVIENTES
Este martes 28 de noviembre se cumple un año de la tragedia aérea del club brasileño Chapecoense, un suceso que conmocionó al mundo en donde fallecieron un total de 71 personas.
El avión LMI 2933 de la compañía boliviana Lamia en que viajaba este modesto club brasileño se estrelló sobre Cerro Gordo, cerca del aeropuerto de Medellín, Colombia. Entre las víctimas, 19 jugadores del Chapecoense, que se dirigía a jugar contra Atlético Nacional la ida de la final de la Copa Sudamericana, para la que se había clasificado en el mayor logro de su historia.
'Se apagaron las luces y escuché como el motor de las turbinas dejaba de funcionar, como cuando se apaga un coche, ni gritos, ni avisos de alarma. El piloto dijo que se quedaban sin combustible y la aeronave se desplomó', relató Rafael Henzel, el único periodista que pudo sobrevivir a la tragedia.
SIN AYUDA
Según las investigaciones, el avión en el que viajaba la expedición y que había salido de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), se quedó sin combustible y se estrelló a pocos kilómetros de su destino final. En él viajaban 77 personas (68 pasajeros y 9 tripulantes).
En el accidente murieron 71 personas y apenas seis sobrevivieron. Diecinueve de las víctimas eran futbolistas del Chapecoense, otras 25 eran técnicos y directivos del club, 20 eran profesionales de los medios de comunicación y otros siete eran miembros de la tripulación.
Un año después de la tragedia, las familias de las víctimas todavía no recibieron ninguna indemnización, y todo indica que el camino para cobrarla será largo.
Entre los propios abogados de los familiares de las víctimas no hay un consenso sobre cómo actuar. 'Creo que está muy difícil porque no tenemos a quién procesar todavía', admitió recientemente Dauro Lesnik, abogado de una de las víctimas.
 El avión LMI 2933 de la compañía boliviana Lamia en que viajaba este modesto club brasileño se estrelló sobre Cerro Gordo, cerca del aeropuerto de Medellín, Colombia.
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Jakson Follmann fue uno de los tres futbolistas supervivientes. Debido a las heridas, le amputaron la pierna derecha y le pusieron una prótesis, pero hace dos semanas empezó a entrenar con el Chapecoense y quiere acudir a unos Juegos Paralímpicos.
Por su parte Alan Ruschel y Neto tuvieron más suerte: el primero volvió a jugar en agosto, ante el Barça, y el segundo trabaja con el equipo para reaparecer en 2018.
