La creciente polarización política ha sembrado un clima de odio que afecta la convivencia familiar, social y laboral, debilitando los lazos de confianza y poniendo en riesgo la paz colectiva.
Cuando escribo esta columna todavía el Consejo Nacional Electoral no se ha pronunciado oficialmente sobre quién va adelante en el conteo de los votos para elegir presidente, alcaldes y diputados
La primera resulta evidente, y es la virtud del respeto. Se trata de respetar la legítima libertad del otro de pensar distinto, de tener preferencias políticas diversas a las propias