Con solo 35 años, Taylor Swift, la cantautora estadounidense más rica del panorama musical y un ícono cultural del siglo XXI, suma dos décadas sobre los escenarios. Esa trayectoria ha permitido a los científicos estudiar la evolución de su lenguaje y de su acento.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) y publicado en JASA, la revista de la Sociedad Acústica de América, utilizó años de entrevistas grabadas para revisar los cambios de acentos y dialectos adoptados por la cantante, con el fin de ofrecer una visión de la evolución en los patrones del habla.
Según los autores, analizar cambios dialectales de alto perfil, como los de Swift, puede ayudar a entender mejor el alcance de los dialectos regionales, no solo en términos de área geográfica, sino también en función de grupo social, edad y estatus de liderazgo.
“Taylor Swift es perfecta para este tipo de análisis longitudinal porque ha sido entrevistada y grabada muchas veces a lo largo de los años y tuvo motivos para cambiar su acento en momentos específicos”, explicó Matthew Winn, investigador de la Universidad de Minnesota y uno de los autores del estudio.
Un análisis en etapas
Los investigadores estudiaron el lenguaje de Swift a partir de entrevistas en tres momentos clave: en 2004, cuando vivía en Nashville al inicio de su carrera; al regresar a Pensilvania; y en 2014, tras mudarse a Nueva York.
A partir de estas grabaciones, el equipo seleccionó más de 1.400 sonidos vocálicos y los analizó con software especializado para medir las resonancias vocales.“Esas resonancias indican la forma exacta en que una persona articula una vocal”, detalló Winn.
“El análisis de dialectos mide el movimiento de la vocal a través de la boca desde el inicio hasta el final. Eso es lo que la hace distintiva entre dialectos. Realizamos diez mediciones por vocal para mostrar este movimiento, lo cual fue clave para observar cómo cambió su articulación en las diferentes ciudades”.
Hallazgos principales
El equipo mostró cómo Swift adoptó características del acento sureño durante su estancia en Nashville, en particular el sonido de la vocal /aɪ/ — pronunciando palabras como ride más cerca de rod — y el avance de la vocal /u/ — cambiando two hacia tee-you. Ambos usos desaparecieron al regresar a Filadelfia.
Los autores sugieren que el uso del acento sureño pudo haber sido una estrategia para integrarse en la comunidad de la música country, más que un simple reflejo de su residencia en Nashville.
“El segundo gran cambio que observamos fue que Taylor bajó el tono de su voz cuando se mudó a Nueva York”, añadió Winn.“Este fue el momento en su carrera en el que comenzó a hablar más de cambio social, feminismo y derechos de los músicos. A veces, una voz más grave se percibe como una voz de autoridad, y es posible que ella adoptara esa tendencia para asegurarse de que su mensaje fuera recibido”.
Desde 1929, JASA publica investigaciones teóricas y experimentales relacionadas con el sonido, la música y el lenguaje.
