El rojo y el rosa suelen ser los colores asociados a este día. La estilista Claudia Romero sugiere explorar una paleta más diversa para destacar.
“El rojo simboliza pasión y energía, mientras que el rosa evoca dulzura y romanticismo, pero no hay que limitarse a estos tonos”, explica. Este año, los burdeos y el fucsia se posicionan como alternativas sofisticadas al rojo tradicional.
“Los burdeos aportan elegancia y madurez, mientras que el fucsia da un toque moderno y atrevido”, añade Romero. Por otro lado, tonos más suaves como el lila y el beige rosado ofrecen opciones más discretas, pero también favorecedoras. Otra clave de tendencia es el uso de colores metalizados.
“El dorado y el plateado son ideales para estilos nocturnos, ya que aportan brillo y sofisticación”, asegura Romero. Sobre tonos que pueden utilizarse como base para construir conjuntos con los colores neutros, como el camel o beige y el gris.
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Siluetas que enamoran.
La elección de la silueta adecuada depende tanto de la ocasión como del estilo personal. Para eventos más formales, Claudia Romero recomienda vestidos de corte midi o largo con detalles delicados como encajes, pliegues o transparencias.
“Un vestido lencero en satén es una opción infalible; es sensual sin ser exagerado”, comenta. “Los detalles estructurados, como los corsés, también son muy de moda y resaltan la figura de manera espectacular”, destaca.
“Un traje de dos piezas con corte entallado es una opción poderosa y sofisticada para quienes quieran romper con lo tradicional”, afirma Romero sobre una alternativa a faldas y vestidos. Completar el estilo con una blusa de seda o un “body” con detalles brillantes puede dar un giro femenino al conjunto.
