Hoy 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín, una fecha en la que muchas parejas aprovechan para profesarse el amor que se tienen. En este día también es común que muchos caballeros sorprendan a sus amadas con una propuesta de noviazgo o matrimonio.
Pero a pesar de todo el romanticismo que embarga a este mes de febrero, en la actualidad cada vez son menos las parejas que se comprometen a mantener vivo ese amor, pues las estadísticas de divorcios van en aumento. De hecho, un artículo publicado en el sitio es.statista.com revela que Estados Unidos y Rusia son los países con mayor número de divorcios.
Pero en medio de un panorama pesimista en cuanto al amor siempre destacan historias de parejas que, pese a las pruebas, desafíos y el paso del tiempo, siguen tan enamoradas como el primer día.
Uno de esos casos es el de los doctores Karina Lizzeth Alvarenga y Alex Wolozny, quienes además de formar una hermosa familia son dos de los médicos más reconocidos y respetados de San Pedro Sula.
Su historia de amor se remonta a hace más de 30 años, cuando unos jovencísimos Karina y Alex cruzaron miradas por primera vez en un aeropuerto.
¿Amor a primera vista?
El doctor Wolozny recuerda con mucha claridad cómo se dio ese primer encuentro.
“Fue un evento muy interesante. De hecho estábamos en el aeropuerto Ramón Villeda Morales, yo estaba en la cafetería en una mesa con unos amigos, y justo estábamos despidiendo a un amigo. Karina también estaba en otra mesa, también despidiendo a una amiga de ella. Y bueno, yo tuve la dicha de que en ese impreciso instante en la mesa de ella estaba una conocida amiga, a quien yo tuve que usar de señuelo para ir a saludarla con el fin de conocerla”, cuenta entre risas.
“La verdad es que me llamó la atención que me saludó por mi nombre, y yo a él nunca lo había visto”, dijo, por su parte, Alvarenga.
“Por supuesto, yo ya iba preparado, ya en mi mesa me habían anticipado el nombre de ella”, agregó Wolozny.
Una bonita amistad que continuó con un matrimonio ejemplar.
Cuando se conocieron, ella era apenas una chica de 18 años que estaba preparándose para iniciar con la carrera de Medicina, mientras que él ya era un estudiante de cuarto año. Fue así como los jóvenes Karina y Alex mantuvieron una bonita amistad.
Pero un momento que marcó su historia, antes de que iniciaran un noviazgo, fue cuando Wolozny le demostró a Alvarenga su amor con un lindo gesto.
“Yo recuerdo que estaba llorando un día en la facultad de Medicina (en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, de Tegucigalpa) y Alex me preguntó: “¿Qué te pasa?”. Le dije que estaba triste porque iban a operar a mi mamá en San Pedro Sula, y yo no podía estar con ella, y en ese momento él me dijo: “Pero eso se resuelve rápido. Nos vamos ahorita””.
“Él tenía su carro y me trajo a San Pedro Sula, y yo pude estar inclusive en la cirugía de mi mamá, ya que el doctor me permitió estar ahí con ella. Y pues sí, Alex me hizo el favor de llevarme con ella, y desde ese entonces ya no nos despegamos”, recuerda con nostalgia la profesional de la salud.
Amor, tolerancia y respeto.
Alex y Karina se casaron el 29 de enero de 1995, por lo que recientemente celebraron tres décadas de amor y compromiso. Comentan que pese al gran amor que sentían, fue una decisión difícil, pues ambos continuaban con sus estudios de medicina.
Pero gracias al apoyo de ambas familias, la ilusión de estar juntos y siempre enfocados en sus carreras, Alex y Karina salieron adelante con su profesión y su matrimonio.
Fruto de ese amor nacieron dos hijos, quienes ahora tienen 29 y 28 años. Revelan que uno de los grandes desafíos de su matrimonio fue la distancia, pues cada uno estudió su especialización en Guatemala. Primero se fue Wolozny y, unos años más tarde, Karina. Sin embargo, siempre aprovechaban el período de vacaciones para viajar y pasar tiempo juntos.
“Definitivamente fue un período muy difícil, muy sacrificado, tanto para los niños como para nosotros. Pero bueno, la unión familiar ganó y lo superamos”, expresa Wolozny.
Y sobre qué consejo darían a los jóvenes que planean casarse, el doctor expresa lo siguiente: “Yo creo que para dar ese paso se debe tener una estabilidad emocional y mental. Y esto conlleva también a una estabilidad económica. Mi humilde sugerencia es que no den ese paso hasta no tener a favor esos requisitos”, mientras que la dermatóloga opina: “Hoy, el mundo es muy material y hay mucho yoísmo, y nosotros somos de una generación en la que nuestros padres nos inculcaron valores y aprender a cuidar y respetar lo que tenemos. Uno valoraba más las cosas”.
En este mismo sentido, opinan que la clave para mantener un matrimonio estable es el amor y la tolerancia.
“Por mi parte, puedo decir que tenemos que aprender a respetar lo que el otro es, lo a que él le gusta. Respetar sus pasiones y gustos”, expresa Alvarenga. Entre tanto, Wolozny cree que es clave “la tolerancia. Definitivamente tiene que haberla. Por supuesto que amor, y creo que ahí puedo englobar todas las cualidades que una pareja debe tener”, asegura.
