San Pedro Sula, Honduras.- Con un llamado a identificar y frenar las narrativas engañosas que contaminaron el proceso electoral, LA PRENSA Verifica y EH Verifica realizaron un conversatorio en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), en San Pedro Sula, el miércoles 17 de diciembre de 2025.
La actividad, parte del programa de educación mediática de ambos equipos, reunió a poco más de 40 asistentes en la sala de juicios orales, donde se promovió conciencia, análisis y reflexión sobre cómo la desinformación afecta los procesos democráticos.
En el intercambio, panelistas y público coincidieron en que la desinformación “tiene miles de caras”, pero que, por el contexto del país, la más visible en ese momento fue la electoral.
Aun así, se subrayó que el fenómeno no es estático: aprovecha coyunturas, se adapta a cada crisis y “muta” con la metamorfosis de los tiempos.
En otras palabras, semanas atrás se manifiestó como propaganda engañosa o confusión sobre el voto, y posteriormente puede adoptar otras formas según el tema que domine la conversación pública.
El conversatorio desmenuzó los formatos más comunes de manipulación digital en Honduras antes, durante y después del proceso: videos sacados de contexto, imágenes antiguas presentadas como actuales, citas falsas y deepfakes —contenidos creados con inteligencia artificial para simular hechos, voces o escenas—, además de otras prácticas que se multiplican con rapidez en redes sociales.
Los ponentes explicaron que muchos de esos contenidos buscaron inducir conductas específicas: promover el abstencionismo, atacar a un candidato y reivindicar a otro, confundir sobre cómo votar, provocar errores en la marca, alterar percepciones sobre el día o los horarios de la jornada electoral, y contaminar el ambiente informativo con piezas fabricadas.
Las tipologías
Uno de los fenómenos más repetidos, según lo expuesto, fue la circulación de encuestas falsas, especialmente hacia el mediodía del 30 de noviembre, cuando comenzó a replicarse al menos una decena. Varias usaban logos de empresas sin vínculo con Honduras o ajenas al ámbito electoral, incluso de otros países, acompañadas de gráficos y cifras inventadas.
Ese volumen, advirtieron, puede saturar al electorado y desencadenar apatía: si el supuesto sondeo favorece a un candidato que el votante rechaza, puede optar por no ir; si favorece al de su afinidad, puede asumir que “ya está resuelto”.
Los asistentes señalaron que combatir esa ola requiere educación mediática sostenida, y valoraron que medios como LA PRENSA y EL HERALDO impulsen programas de formación para verificar lo que se consume digitalmente.
La preocupación, insistieron, se agrava en un país donde gran parte de la población se informa a través de redes sociales —plataformas usadas también como entretenimiento— y donde no existe una cultura extendida de verificación.
En ese vacío, explicaron, se vuelve más fácil viralizar falsedades y también creer afirmaciones solo por provenir de políticos o funcionarios, sin contraste ni evidencia.
Tópicos
El evento se desarrolló en dos módulos. El primero, sobre desinformación electoral, estuvo a cargo de José Quesada, coeditor de ambos equipos, y Paola Ávila, encargada de educación mediática.
El segundo abordó la jornada y cómo los hondureños fueron a las urnas, con intervenciones de Daniel Girón, periodista de investigación de El Heraldo Verifica, y José Mora, vicerrector académico de la UTH. La moderación la realizó Carlos Girón, referente del fact-checking en Honduras y editor de LA PRENSA Verifica y EH Verifica.
Los organizadores anunciaron que esta jornada abre un ciclo de conversatorios posteriores a las elecciones, que continuará en 2026 y se extenderá a otras ciudades del país.