El sector legal se ha distinguido durante décadas por su naturaleza conservadora y su resistencia al cambio.
En una industria donde la tradición, los precedentes y las estructuras jerárquicas tienen un peso significativo, la adopción de nuevas tecnologías ha sido más lenta en comparación con otros sectores.
A pesar de los avances tecnológicos que han transformado industrias como la banca, la medicina y la logística, el mundo del derecho se ha mantenido, en gran medida, anclado en prácticas convencionales.
Esta reticencia al cambio no es fortuita. Se debe a una combinación de factores que han moldeado la cultura del sector legal:
1. Dependencia en la tradición
El derecho se construye sobre el respeto a los precedentes y la estabilidad normativa. Esto crea una mentalidad de cautela hacia lo nuevo, ya que cualquier cambio percibido como disruptivo podría ser considerado un riesgo para la continuidad y la coherencia de los procesos legales.
2. Complejidad y especialización
Los asuntos legales suelen ser intrincados y requieren un alto nivel de expertise. La tecnología, muchas veces percibida como una herramienta genérica, es vista con escepticismo por aquellos que consideran que no puede capturar la complejidad del razonamiento jurídico.
3. Estructuras jerárquicas
Los despachos de abogados y los departamentos legales suelen tener estructuras jerárquicas muy marcadas, donde las decisiones de cambio suelen estar concentradas en los niveles más altos. Esta centralización puede ralentizar la adopción de tecnologías innovadoras.
4. Falta de urgencia
Históricamente, el sector legal ha operado en un mercado con poca presión competitiva para innovar. Los clientes solían aceptar procesos ineficientes y altos costos debido a la falta de alternativas. Sin embargo, esto está cambiando rápidamente.
5. Regulaciones y privacidad
La naturaleza confidencial de los datos legales y las estrictas normativas de cumplimiento también han contribuido a una postura conservadora hacia la tecnología, especialmente en lo que respecta a la automatización y el uso de inteligencia artificial.
En este contexto, el sector legal se encuentra ahora en un punto de inflexión. La presión para adaptarse a un entorno más tecnológico y competitivo está aumentando, y con ella surgen oportunidades inéditas para transformar la manera en que se brinda el servicio jurídico.
Pero, para entender la magnitud de este cambio, es crucial explorar cómo las tecnologías emergentes están desafiando el status quo y reconfigurando los cimientos de la profesión.
La necesidad de innovar en el sector legal
El mundo empresarial está transformándose digitalmente a pasos agigantados en áreas como ventas, marketing y recursos humanos. Esta evolución también está ejerciendo una presión significativa sobre los departamentos legales para que se adapten y operen al mismo ritmo de innovación.
Los líderes empresariales esperan que los equipos legales sean tan eficientes y tecnológicamente avanzados como las demás áreas de la organización.
Además, los presupuestos de los departamentos legales han disminuido en muchas empresas, mientras que el volumen de trabajo y la complejidad de los casos siguen creciendo.
Esto genera una presión adicional para ofrecer servicios legales con más rapidez y eficiencia, sin comprometer la calidad. Para mantenerse relevantes, los departamentos legales deben buscar formas innovadoras de gestionar sus procesos, automatizar tareas repetitivas y optimizar el uso de recursos.
Por otro lado, los despachos de abogados enfrentan una presión creciente por parte de sus clientes, quienes exigen resultados más rápidos y ajustados a presupuestos estrictos.
En un entorno donde los clientes valoran la transparencia y la previsibilidad en los costos, la adopción de tecnologías que permitan el seguimiento y la gestión eficiente de los casos es cada vez más necesaria.
Esta combinación de factores está impulsando al sector legal a replantearse su forma de operar. La innovación tecnológica ya no es un lujo, sino una necesidad para sobrevivir y prosperar en un entorno altamente competitivo.
Aquellos que adopten herramientas como la inteligencia artificial, la automatización de contratos y las plataformas colaborativas tendrán una ventaja significativa sobre quienes continúen con modelos tradicionales de trabajo.
Honduras: un escenario prometedor para la innovación legal
Todo lo anterior está generando que en Honduras se hable cada vez más de la importancia de la innovación en el sector legal. Consideramos que el 2025 será un año clave, donde las empresas más innovadoras darán los primeros pasos hacia la transformación digital, estableciéndose como pioneras del sector y marcando la pauta para el resto de los participantes.
Este movimiento no solo colocará a estas organizaciones en una posición de liderazgo, sino que también sentará las bases para una revolución tecnológica que impactará positivamente en la forma de hacer derecho en el país.
El compromiso de UTH con la innovación legal
En este contexto, la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) reafirma su compromiso de liderar el desarrollo de un ecosistema que fomente la innovación en el sector legal.
A través de programas de especialización en legaltech, inteligencia artificial y transformación digital, la UTH busca preparar a una nueva generación de profesionales del derecho capaces de enfrentar los desafíos del futuro.
Estos programas no solo ofrecerán formación teórica de vanguardia, sino también herramientas prácticas para implementar soluciones tecnológicas en sus entornos laborales. Con esta iniciativa, la UTH se posiciona como un actor clave en la construcción de un sector legal más eficiente, innovador y competitivo.
Autor: Paul Handal, es profesor de Legaltech en el IE Law School y la Universidad de Navarra. Asimismo, funge como co-director del laboratorio UV Legaltech de la Universidad de Valencia y es asesor del Global Legaltech Hub y LegalTech de la Universidad Tecnológica de Honduras, UTH.
