En medio de consternación fueron sepultados tres de los cuatro jóvenes que fueron acribillados la madrugada del jueves al salir de un edificio ubicado en el bulevar Morazán.
El primero de los jóvenes a quienes se les dio el último adiós fue a Saíd Omar Lobo Bonilla, de 23 años de edad, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) en el cementerio de la aldea El Chimbo en el municipio de Santa Lucía, Francisco Morazán.
El sepelio se realizó a eso de las 12:00 m, después de la misa de cuerpo presente que se ofició en la iglesia Medalla Milagrosa, donde familiares y amigos llegaron a solidarizarse.
Permiso
Rosa Elena Bonilla recibió un permiso provisional de 24 horas por parte del Instituto Nacional Penitenciario para salir de la cárcel de mujeres en Támara y así poder sepultar a su hijo.Sin embargo, ayer mismo debía volver a reclusión, donde ha permanecido desde que fue acusada de fraude y apropiación indebida. De milagro, el menor de sus hijos, Luis Fernando, quien también estaba cerca de su hermano asesinado, logró escapar ileso del ataque.
Rosa Elena Bonilla de Lobo fue de las primeras personas en ingresar a la iglesia y muy consternada por la pérdida de su hijo manifestó: “Me han quitado parte de mi vida, destruyendo nuestra familia. Nosotros no le hacemos nada a nadie”.
Con la voz entrecortada, Rosa Elena agradeció a sus familiares, amigos y allegados por acompañarlos en este difícil momento, como ella misma lo describió.
“Solo les pido que oremos por mi hijo, por nuestro hijo”, dijo mientras miraba a Porfirio Lobo a su lado izquierdo.
“Yo quiero que todos lo recuerden, así como era de campechano, él fue niño, fue joven, era una buena persona y así lo vamos a recordar”, inició diciendo la esposa del exmandatario Lobo Sosa en el cementerio del sector de El Chimbo, en Santa Lucía, Francisco Morazán.
Para saber
72 horas después de un hecho criminal son críticas para poder hallar implicados y esclarecer el caso, dijo experto Denis Castro.
6 sujetos perpetraron el ataque contra los cuatro jóvenes amigos que salían de disfrutar en una discoteca capitalina.
A los pocos minutos llegó el expresidente Porfirio Lobo Sosa y a paso lento llegó hasta las cercanías donde estaba el féretro que contenía los restos mortales de su hijo Saíd Omar.
A las 11:05 am salió de la Medalla Milagrosa la caravana de vehículos encabezada por la carroza fúnebre, seguida por un “pick up” gris, en el cual se transportaba Rosa Elena, que era seguida por una patrulla de la Policía Nacional con varios miembros de la institución de seguridad del Estado.
El sepelio de Saíd Omar se llevó a cabo con algunas restricciones, pues no se permitió el ingreso de los medios de comunicación, a petición de la familia doliente.
A la iglesia y cementerio llegaron amigos de la expareja presidencial, familiares y políticos, quienes se solidarizaron por la irreparable pérdida.Ayer fueron capturadas tres personas y encontraron el vehículo en que se conducían los victimarios.
La Policía Nacional asegura que sicarios de la MS mataron a los jóvenes, a quienes habrían pagado $200,000.
El Paraíso.
Otro sepelio se llevó a cabo en Yuscarán, El Paraíso, donde se le dio la despedida a José Salomón Vásquez Chávez, de 27 años de edad.Al camposanto llegaron amigos y familiares de Vásquez Chávez, pues era muy querido.
El último adiós tuvo lugar a eso de las 3:00 pm de ayer, donde hubo muestras de pesar por la trágica muerte de José Salomón, que era un emprendedor y exseleccionado nacional de voleibol e hijo de un miembro en retiro de las Fuerzas Armadas.
“Es muy doloroso todo esto que está pasando, es muy triste ver a mi hermana despidiendo a su hijo, pero esto se lo dejaremos a Dios”, expresó Nelson Chávez, pariente del joven asesinado.
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En el transcurso del mediodía también se realizaron las exequias de Norlan Enrique Rivera Rodríguez, de 33 años de edad, de la comunidad de Araulí, municipio de Danlí, El Paraíso.
Decenas de personas acompañaron a su apesarada familia.Para las 10:00 am de este día se tiene programado el sepelio de Luis Armando Zelaya Rivera, de 23 años de edad.
El velatorio se realizó en la comunidad de Laguna Seca, del municipio de San Francisco de Becerra, Olancho, y será enterrado en el cementerio de la misma comunidad. Los familiares se mostraron consternados por la muerte de los cuatro jóvenes.
