La Ceiba, Honduras.
El cuerpo sin vida de la maestra Mirtalia Hernández quedó depositado ayer sábado en horas de la tarde en una fosa del cementerio San Isidro, de La Ceiba, junto al de su hijo, Elton Javier Pavón Hernández.
Ambos fueron encontrados asesinados mediante disparos de arma de fuego la mañana del viernes dentro de un turismo Pontiac, placa PDA 0299, propiedad de la docente, en una solitaria calle de la aldea Satuyé, a pocos metros de la posta policial, salida a Colón.
Mientras los cadáveres eran ingresados a la tumba, sus compañeros maestros de la escuela Gustavo Castañeda, de la cual la hora occisa se desempeñaba como directora, exigían a las autoridades policiales que den con los responsables de haber cometido el doble crimen.
“Era una persona bien tratable, no se quien pudo haberle hecho eso, ya que no se lo merecía. Ojalá que haya justicia”, dijo el docente Elmer Meza.
Los altos mandos de la Dirección Policial de Investigación (DPI) manifestaron que están concentrados en las investigaciones para esclarecer el hecho. La Policía tiene pocas pistas del motivo y de las personas que los asesinaron.
Las autoridades creen que a la profesora le pudo haber venido la muerte por su hijo, aunque no se confirma esta versión hasta que se avance en las indagaciones.
A la maestra Mirtalia ya le habían asesinado a tres de sus hijos en La Ceiba hace algunos años. Su exesposo, también maestro, Gilmer Pavón, se suicidó hace tres años después de ultimar a su entonces mujer, la maestra Karen Rodas, cuando viajaban en su carro.
El cuerpo sin vida de la maestra Mirtalia Hernández quedó depositado ayer sábado en horas de la tarde en una fosa del cementerio San Isidro, de La Ceiba, junto al de su hijo, Elton Javier Pavón Hernández.
Ambos fueron encontrados asesinados mediante disparos de arma de fuego la mañana del viernes dentro de un turismo Pontiac, placa PDA 0299, propiedad de la docente, en una solitaria calle de la aldea Satuyé, a pocos metros de la posta policial, salida a Colón.
Mientras los cadáveres eran ingresados a la tumba, sus compañeros maestros de la escuela Gustavo Castañeda, de la cual la hora occisa se desempeñaba como directora, exigían a las autoridades policiales que den con los responsables de haber cometido el doble crimen.
“Era una persona bien tratable, no se quien pudo haberle hecho eso, ya que no se lo merecía. Ojalá que haya justicia”, dijo el docente Elmer Meza.
Los altos mandos de la Dirección Policial de Investigación (DPI) manifestaron que están concentrados en las investigaciones para esclarecer el hecho. La Policía tiene pocas pistas del motivo y de las personas que los asesinaron.
Las autoridades creen que a la profesora le pudo haber venido la muerte por su hijo, aunque no se confirma esta versión hasta que se avance en las indagaciones.
A la maestra Mirtalia ya le habían asesinado a tres de sus hijos en La Ceiba hace algunos años. Su exesposo, también maestro, Gilmer Pavón, se suicidó hace tres años después de ultimar a su entonces mujer, la maestra Karen Rodas, cuando viajaban en su carro.